Muchos padres se han enterado de que iban a serlo de multitud de formas distintas, pero casi ninguno lo habrá sabido mientras estaba corriendo a más de 240 kilómetros por hora. Sobre su moto y en plena recta de meta del circuito de Estoril ha recibido la feliz noticia el mallorquín Kike Ferrer, piloto del Team Yamaha GV Stratos en el marco del Campeonato de España de Superbikes (ESBK). «Muy bonito, felicidad pura. Lo mejor de mi vida con la mejor gente de mi vida», explica Kike Ferrer a este periódico en una pausa en su trabajo en el taller, donde también es un número uno tal como acreditan los múltiples premios que ha recibido.
Con la bandera de cuadros ondeando, los miembros del equipo le han transmitido en el muro que su pareja, Olivia, estaba embarazada. El cartelón habitual para dar instrucciones o mostrar referencias de tiempos ha sido el lugar en el que precisamente la palabra ‘embarazada' le desvelaba a Kike Ferrer su futura paternidad. «Iba a 240 kilómetros por hora y casi me dio tiempo a leer la pizarra entera, pero cuando pasé la meta y entendí lo que ponía me salí en la siguiente curva», comenta entre risas ya que su salida no tuvo consecuencias y porque está exultante con el que será el tercer niño o niña de la familia. También entre bromas pero con un tono algo más serio reconoce que preferiría que su futuro hijo «mejor si es médico que piloto».
Tras terminar su recorrido y bajarse de la moto para reunirse con los suyos, el piloto mallorquín celebró con la futura mamá, con la que se fundió en un abrazo, y su equipo el que ya es un acontecimiento que sin lugar a dudas no olvidará. Los mecánicos y compañeros le ‘mantearon' dejando una de las imágenes más emotivas del fin de semana en el circuito de Estoril, donde Kike Ferrer fue décimo en la carrera de Supersport 600. Su victoria fue enterarse de que será padre y hacerlo muy bien rodeado.