La temporada 2021 quedará para los anales como la que mayor presencia balear amontonó en las parrillas del Campeonato del Mundo de velocidad. Joan Mir (MotoGP), Augusto Fernández (Moto2), Izan Guevara (Moto3) y Miquel Pons (MotoE, e incluso con una carrera en Moto2) dieron forma a una participación de récord, que se dejó ver de manera regular en el podio en las diferentes cilindradas y que anticipa un 2022 en el que parten con serias opciones de lograr nuevos títulos. Dos victorias y un total de quince podios es el balance que dejan los cuatro mallorquines, con Izan Guevara (Aspar Team Gas Gas) firmando uno de los triunfos más ajetreados que se recuerdan, tras verse fuera de carrera en Austin y celebrar desde el box minutos después su primera victoria en Moto3 en la campaña de su estreno, en la que acabó octavo de la general y como segundo mejor ‘rookie', tras el flamante campeón del mundo, Pedro Acosta.
Este último será el nuevo compañero de box de Augusto Fernández en su nueva singladura en Moto2. Será en la estructura oficial de l Red Bull KTM, heredando la montura que ha dominado el certamen en 2021, de la mano de Remy Gardner y Raúl Fernández, campeón y subcampeón. La despedida de Augusto del Marc VDS dejó un destacado quinto lugar en el Mundial, con seis podios (cinco terceros puesto y un segundo lugar en Misano), además de ser el animador de las sesiones de entrenamientos y firmar un gran tramo final de ejercicio después de un arranque que le lastró en la puntuación total. Junto al de Guevara en Moto3, el otro triunfo balear en el curso que acabó el pasado domingo en Cheste lo aportó Miquel Pons, en la Copa del Mundo de MotoE y en Montmeló, para ser tercero en el cierre de Misano y séptimo en la general. En Portugal, cubrió una vacante en Moto2, siendo 19º.
Referente
Quien ha vivido una temporada que ha sido un constante ejercicio de superación ha sido el campeón mundial de MotoGP en 2020. Joan Mir tuvo que darlo todo para sacar el máximo partido de su Suzuki e intentar hacer sombra a la Yamaha de Quartararo o las Ducati de Miller y Bagnaia en un curso que le deja de nuevo en el podio de la general, como tercer clasificado, y que ratifica su condición de referencia dentro de la cilindrada reina, en la que tiene mucho que decir tras la mejora del motor de la Suzuki en la recta final y pensando en un futuro más allá de 2022, cuando expira el contrato que le une a la marca con la que tocó el cielo hace doce meses y que le ha convertido en su gran icono y apuesta de futuro rumbo a la reconquista del cetro mundial.