El holandés Max Verstappen (Red Bull) se anotó este domingo el lluvioso y esperpéntico Gran Premio de Bélgica, el duodécimo del Mundial de Fórmula Uno, que, tras varias interrupciones y aplazamientos, se disputó a sólo dos vueltas -en lugar de a las 44 previstas-, por detrás del coche de seguridad, valorándose sólo la mitad de los puntos.
En lugar de 25, Verstappen sumó doce puntos y medio al ganar por delante de los ingleses George Russell (Williams, que se llevó nueve unidades) y Lewis Hamilton (Mercedes), siete veces campeón del mundo, que fue tercero y sigue líder del Mundial, después de sumar siete puntos y medio: con 202,5, tres puntos más que el neerlandés de Red Bull.
Con anterioridad, la carrera más corta de la historia de la F1 había sido el Gran Premio de Australia de 1991, en Adelaida, donde las lluvias torrenciales impidieron que se dieran las 88 vueltas previstas. Se dieron 16 y se validaron catorce, en una prueba que se anotó el brasileño Ayrton Senna, por delante del inglés Nigel Mansell y del austriaco Gerhard Berger.