En el año 2007 regresé a Mallorca con una reflexión y un objetivo: si había conseguido formar a un Campeón del Mundo, podía formar a toda una generación de pilotos mallorquines, que también llegasen al Campeonato del Mundo.
Sin dinero, ni instalaciones, ni subvenciones de ningún tipo, mi objetivo era una locura, pero yo tenia lo más importante: experiencia, método, mucha imaginación y muchas ganas de demostrar, que lo de Lorenzo no era una casualidad, ni fruto solo de su talento.
Los dos títulos mundiales de Joan Mir, más los excelentes resultados de Augusto Fernández en Moto2 y del campeón del Mundo Junior Izan Guevara, demuestran que aquel sueño no fue una locura, porque los tres empezaron su carrera deportiva en mi Escuela y han llegado a la elite mundial ¿Hubiesen sido pilotos si no hubiese existido mi Escuela? Posiblemente no. De ahí la importancia de acercar el deporte base a los niños.
Hoy en día Mallorca, con menos de 900.000 habitantes, se ha convertido en una potencia mundial en este deporte y sus pilotos pasean el nombre de su tierra y son respetados y admirados por todo el mundo. En cuanto a Joan, es el piloto con más talento que he conocido en mi vida y he conocido cientos. Si consigue centrarse en su carrera deportiva y seguir trabajando y siendo inteligente, puede llegar a marcar una época en la historia de MotoGP.
Y aprovecho para darles un tironcito de orejas a nuestros políticos. Si van a venir a hacerse la foto y a colgarse medallas el día del homenaje a Joan, que piensen también en como ayudar a que todos los niños de Mallorca, tengan la oportunidad de practicar el deporte que les apasione. Porque seguro que hay muchos Mir, muchos Lorenzo o muchos Nadal, en Mallorca, que no saben que lo son.