El regreso de Jorge Lorenzo a las pistas ya es una realidad. Su retirada del motociclismo ha sido breve y este martes ya se subió a la Yamaha M1 en su retorno a la fábrica de los diapasones como piloto probador de la máquina con la que la marca de Iwata intentará destronar a Honda.
En los tests del circuito de Sepang (Malasia), el piloto mallorquín ha participado de la segunda jornada de pruebas, dando un total de 46 vueltas para quedarse con un mejor tiempo de 2:00.506, a poco más de un segundo (1.062) del español Pol Espargaró (KTM), autor del mejor registro del día, y una décima justo por encima de sus registros la pasada temporada con la Honda oficial (2:00.406).
Pero más allá del retorno de Lorenzo a las pistas y a Yamaha, la noticia ha saltado con la posibilidad de que el tricampeón mundial de MotoGP pueda regresar a la competición durante el próximo Gran Premio de Cataluña, el primer fin de semana de junio. La fábrica ha solicitado a IRTA plaza para un piloto probador de cara a esa cita, y por contrato, Lorenzo podría usar una de las dos 'wild cards' de las que dispondría Yamaha. 'La Gazzetta dello Sport' ya deja ver que Jorge tomará parte en la segunda carrera del calendario el suelo español, confirmando los rumores surgidos tras oficializarse su incorporación como piloto probador de la factoría nipona.
Con Yamaha, Lorenzo dio el salto a MotoGP en 2008 y compitió hasta 2016, logrando tres títulos mundiales (2010, 2012 y 2015), además de llevar a la marca de los diapasones a vivir su último ciclo dominador dentro de la cilindrada reina del motociclismo.