El italiano Lorenzo Dalla Porta (Honda) logró una victoria en el Gran Premio de Australia de Moto3 disputada en el circuito de Phillip Island que sirvió para adjudicarse de manera matemática el campeonato del mundo de la categoría de la mejor forma posible, con una victoria.
Dalla Porta, que logró su tercera victoria de la temporada, supo defender sus opciones al campeonato hasta la última vuelta y lo hizo como lo hacen los grandes campeones, «dando la cara», si bien su principal rival para ese cometido, el español Arón Canet (KTM) fue baja rápidamente, en la tercera vuelta, como consecuencia de una caída cuando buscaba el mismo objetivo, vencer en Australia, para retrasar la consecución del título de su rival.
Marcos Ramírez no falló a su posición y desde la «pole» se instaló rápidamente en la primera posición, por delante de Albert Arenas (KTM) y del italiano Romano Fenati (Honda), que salió como una exhalación desde el centro de la tercera fila.
El líder del Mundial, el italiano Lorenzo dalla Porta (Honda), que necesitaba sumar cuatro puntos más que su único rival, el español Arón Canet (KTM), perdió una posición en la primera vuelta y completó la misma en séptimo lugar, en lugar del sexto que había ocupado en la formación de salida.
Canet se «enfrascó» en una pelea por el liderato con Marcos Ramírez que supuso su tumba en apenas dos vueltas ya que al comienzo de la tercera, en la curva uno, se fue por los suelos de manera espectacular, con su moto seriamente dañada y sin posibilidad de continuar, lo que dejaba el camino expedito a Lorenzo dalla Porta para proclamarse campeón mundial con sólo acabar entre los doce primeros la carrera australiana y no ceder más de dieciocho puntos a su compatriota Tony Arbolino (Honda), por entonces delante de él.
Pero Dalla Porta no sólo no cometió errores sino que con paciencia y esperando el momento oportuno fue ascendiendo posiciones desde ese séptima puesto para situarse líder en el cuarto giro, precisamente perseguido por Arbolino y con el británico McPhee tercero.
Lorenzo Dalla Porta, como sólido líder y campeón convencido, dejó claro que quería conseguir el título mundial desde el podio, y si podía ser con una nueva victoria, la tercera del año, mejor, pero tras él iba toda una retahíla de pilotos con triunfos a sus espaldas durante la temporada, que se lo iban a poner muy difícil y que llegaron a formarlo hasta veintidós integrantes.
Mientras Dalla Porta se mantenía al frente de la carrera, abatido y apesadumbrado, Canet se encerró en la oficina de su equipo, sabedor de que sus opciones al título mundial habían desaparecido por completo. Un riesgo que tenía que asumir, el de vencer, que en esta ocasión supuso su perdición.
El japonés Kaito Toba (Honda), vencedor de la carrera inaugural de la temporada en Qatar y luego «desaparecido» a lo largo de la temporada, volvió a resurgir en Phillip Island al situarse líder en la novena vuelta, aunque un giro más tarde era nuevamente Dalla Porta quien asumía el rol de líder, pero nada estaba decidido y el numeroso grupo de cabeza apenas perdió unidades con el paso de las vueltas.
En esa intensa lucha hubo momentos de tensión, como el protagonizado por el madrileño Alonso López (Estrella Galicia 0'0 Honda), que se tocó con el checo Filip Salac (KTM) y éste acabó por los suelos, lo que le condenó a cumplir con una sanción de «Long lap penalty» que al no hacer reglamentariamente le supuso cumplir nuevamente con la sanción, justo cuando en la salida de la zona de sanción se caían el italiano Andrea Migno (KTM) y el japonés Kaito Toba, y que le desconectó definitivamente del grupo de cabeza.
Por delante, Lorenzo dalla Porta intentó consolidar su liderato y el ritmo y las caídas dejaron el grupo reducido a catorce unidades, pero sin que su victoria estuviese ni mucho menos consolidada, aunque comenzó la última vuelta como líder.
A pesar de los intentos del japonés Tatsuki Suzuki (Honda) o del español Albert Arenas (KTM), vencedor en este escenario la pasada temporada, Lorenzo dalla Porta tuvo la convicción de buscar un triunfo que acabó otorgándole el título de campeón mundial, por delante de su compañero de equipo Marcos Ramírez y del también español Albert Arenas.
Alonso López, a pesar de las dos sanciones de vuelta larga que tuvo que cumplir, consiguió una meritoria decimotercera posición, mientras que Jaume Masiá (KTM), que iba en el grupo de cabeza, se fue por los suelos en la última vuelta al no poder evitar la moto del italiano Celestino Vietti (KTM), que se fue por los suelos delante de él. Raúl Fernández (KTM) fue otro de los que se por los suelos sin poder terminar la prueba australiana, como tampoco Sergio García (Estrella Galicia 0'0 Honda).