El Toyota número 8 pilotado por el español Fernando Alonso, el suizo Sebastien Buemi y el japonés Kazuki Nakajima ha terminado en segunda posición en las 6 Horas de Shanghái, quinta prueba del Mundial de Resistencia (WEC), después de que la marca japonesa realizase una estrategia en boxes que favoreció a su otro coche, la unidad 7 del japonés Kamui Kobayashi, el británico Mike Conway y el argentino José María 'Pechito' López, que se ha llevado la victoria.
En una carrera marcada por la constante lluvia, que hizo aparecer en dos ocasiones la bandera roja en pista, los dos Toyota consiguieron pronto hacerse con una cómoda ventaja sobre los demás competidores que permitiría que ambos se disputasen el triunfo en el trazado chino.
Buemi puso pronto al frente al Toyota número 8, que salía segundo por detrás del otro monoplaza del equipo nipón; las dos neutralizaciones recortaron su renta frente a su principal adversario, pero la salida del asturiano a pista volvió a consolidar al TS050 Hybrid como líder de la prueba. De hecho, el bicampeón mundial de Fórmula 1 sorprendió a todos con un espectacular doble adelantamiento en pista bajo la lluvia, pero todo quedó emborronado con una extraña estrategia de Toyota. El incendio del ByKolles Racing del francés Tom Dillmann provocó que el coche de seguridad apareciese, y la marca japonesa, en lugar de aprovechar para llamar a boxes a su coche mejor posicionado, el Toyota 8, mandó entrar a la unidad 7.
Esto provocó que Alonso, que gozaba de casi un minuto de ventaja sobre su coche 'hermano', pasase a tener una desventaja de 20 segundos. Nakajima, que se encargó de pilotar en el tramo final, redujo la distancia, pero tras la aparición de un nuevo 'safety car' Toyota ordenó que nadie atacara en las últimas tres vueltas. A pesar de todo, el Toyota número 8 sigue al frente del Mundial a falta de tres pruebas: las 1000 Millas de Sebring, las 6 Horas de Spa-Francorchamps y las 24 Horas de Le Mans.