El Circuito de Barcelona-Cataluña celebrará a lo grande su 25 aniversario en el Mundial de Motociclismo con el primer duelo entre Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) y Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) tras la batalla librada en Mugello (Italia), con el mallorquín de vencedor.
Diecinueve milésimas fueron las que le bastaron al piloto de Yamaha, líder del Mundial de MotoGP con diez puntos de ventaja con respecto al de Cervera, en el Gran Premio de Italia para llevarse un triunfo en un final vibrante.
Un duelo que volverá a repetirse en el Gran Premio de Catalunya, séptima cita del Mundial, en la que el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) buscará sumarse a la batalla entre los españoles y redimirse del abandono en la carrera «de casa» por un problema técnico con su motor.
El piloto transalpino, que ha conseguido en las diferentes cilindradas hasta nueve victorias en el trazado catalán, ocupa la tercera posición, a 37 puntos del liderato, tras un inicio algo irregular en el que ha sumado dos abandonos (Austin y Mugello).
La única victoria en lo que va de temporada la consiguió precisamente en territorio español (Jerez). Las otras cinco carreras se las han repartido entre Lorenzo (Losail, Le Mans y Mugello) y Márquez, vencedor en Termas de Río Hondo y Austin.
El balear está en un gran estado de forma, y en Barcelona intentará encadenar la tercera victoria consecutiva -la cuarta en lo que va de temporada- y asentarse en el liderato del Mundial en un circuito que se la da bien, ya que consiguió subirse en lo más alto del cajón en 2010, 2012, 2013 y 2015.
El tres veces campeón del Mundo de MotoGP se está mostrando muy regular en los días de carrera gracias al equilibrio electrónico de su Yamaha y las buenas prestaciones con los neumáticos, algo que, sin embargo, no le ha permitido ampliar la distancia con Marc Márquez, su más inmediato perseguidor.
A pesar de que el de Montmeló es un trazado favorable para las Yamaha, que se han llevado 8 de las últimas 14 ediciones, el piloto catalán afronta con optimismo la carrera «de casa» tras un inicio de temporada que, en su opinión, ha sido mucho más positiva de lo esperado.
Márquez ha aprendido del error del año pasado, cuando un accidente le obligó a abandonar en la segunda vuelta, y es consciente de que un paso en falso en Cataluña podría significar alejarse de la estela de Lorenzo.
Por ello, la receta del dos veces campeón del Mundo de MotoGP es seguir luchando por entrar en el podio, cerca de Yamaha, y pelear, si se da el caso, por la que sería su segunda victoria en el Circuito de Barcelona-Cataluña después de la conseguida en el 2014.
Su compañero de equipo, Dani Pedrosa, confía en mantener las buenas sensaciones de Mugello, donde terminó cuarto, muy cerca del podio que completó Andrea Ianone (Ducati Desmosedici GP16) y pudo acabar con la inercia negativa que venía arrastrando desde el Gran Premio de Estados Unidos.
Un escalafón por debajo del duelo entre Yamaha y Honda se sitúan Ducati y Suzuki. Tras un inicio de temporada irregular marcado por las hasta cinco caídas que han padecido entre Andrea Ianone y Andrea Dovizioso, el equipo italiano espera prolongar el buen papel mostrado en Mugello.
Por su parte, Suzuki, cuyos pilotos catalanes Maverick Viñales y Aleix Espargaró ocupan la quinta y la sexta posición en la general, respectivamente, buscarán repetir el buen papel del año pasado, cuando coparon la primera línea de la parrilla en la jornada de calificación, y plantar cara en una carrera en la que estadísticamente de poco sirve conquistar la 'pole position'.
Prueba de ello es que desde que se instauró la MotoGp sólo dos pilotos han ganado el Gran Premio de Catalunya saliendo desde el primer puesto de la parrilla: Valentino Rossi en 2006 y Jorge Lorenzo en 2010.
Entre los equipos satélite será interesante la lucha entre la Yamaha de Pol Espargaró y la Ducati de Héctor Barberá, séptimo y octavo, respectivamente, en la clasificación general, mientras que Esteve 'Tito' Rabat (Estrella Galicia 0,0, Marc VDS) confía en poder reaparecer en Montmeló después de la operación que le practicaron en la clavícula tras el accidente que sufrió en Mugello.