El piloto español Jaime Alguersuari ha anunciado este jueves un «punto y aparte» en su carrera en el automovilismo, decisión que ha tomado «con el corazón en la mano» y después de haber «perdido el amor por los coches», añadiendo que se encuentra en perfecto estado físico y que a partir de ahora piensa volcarse en su carrera musical.
«He perdido el amor a esta novia que me ha acompañado toda mi vida: los coches. No es un día triste. Algo me dice dentro de mí que quiero aprender cosas buenas con un futuro nuevo, nutrirme de cosas nuevas y dejar mi pasado donde está. Quiero abrir un capítulo nuevo, tengo 25 años, no 40 ni 50, y es el momento. He vivido una vida muy surrealista en los coches. Muchos pilotos se quedan para ganar más dinero y yo no quiero más dinero, quiero vivir una verdad», anunció Alguersuari.
El catalán anunció su decisión en Madrid durante una comparecencia en la sede del Consejo Superior de Deportes acompañado por el presidente del CSD, Miguel Cardenal; el presidente de la Real Federación Española de Automovilismo (RFEA), Carlos Gracia; y el delegado médico de la RFEA, José Cuartero.
En primer lugar, el expiloto del equipo Toro Rosso, que en su momento fue el más joven en debutar en la historia de la F1, explicó que no sufre ningún problema de salud, después del susto que protagonizó el 6 de junio al finalizar una carrera de la Fórmula E, aclarando que aquel día solo sufrió «una crisis de estrés».
«Sufrí un desvanecimiento en Moscú, perdí el conocimiento, me caí al suelo y queríamos respuestas. Nunca me había pasado algo así y no lo entendía. Fui por diferentes hospitales haciendo diferentes pruebas y requería un tiempo. Afortunadamente estoy perfecto, no tengo ninguna enfermedad y no me voy a morir de momento, toco madera. Las pruebas fueron concluyentes y me dejaron tranquilo», explicó.
Acto seguido, desveló que «muy poca gente entiende esta decisión» que ha tomado. «No tengo el apoyo de todo mi entorno, incluso de gente muy, muy cercana. Pero al final es mi vida y quiero vivirla, quiero vivir una verdad, una realidad. En el mundo del motor nunca me he encontrado como uno más en la parrilla. No soy político, nunca lo he sido y probablemente no me haya jugado muchos favores, pero es que soy así. Juro que estoy hablando con la mano en el corazón», dijo en su emotiva explicación.
«Voy a hacer música y no sé si sirvo»
El piloto lamentó no haber sido «campeón del mundo» y que, durante su carrera de dos años y medio en la Fórmula 1 (2009-2011) «pasaron cosas que podían no haber pasado», pero aseguró que su intención es pasar página.
«Lo mejor que me ha pasado en la vida es que me echaran de la Fórmula 1 porque me ha hecho más fuerte. No me arrepiento de nada de lo que he dicho o hecho», aclaró.
Profundizando en el repaso a su trayectoria, explicó que «con la inocencia de un chaval de 13 años pensaba que esto es un deporte» y que, con el paso de los años, se fue «dando cuenta de lo que es» en realidad el deporte de motor en alta competición.
«Me he llevado una frustración, un trauma, no pensaba que esto se llevara de esta manera. Estuve dos años probando neumáticos como un tiovivo, he probado los turismos y no me han gustado, he estado de comentarista en televisión y tampoco me ha gustado,... Ahora tengo que entender qué quiero en la vida, levantarme por la mañana enamorado de algo que quiero hacer el resto de mi vida y, desafortunadamente, ahora no son los coches. Me acojo al futuro con las manos bien abiertas. No sé si es un punto final, porque en la vida nunca sabes, pero desde luego es un punto y aparte», reconoció.
«Más motivado que nunca» con esta etapa que se abre en su vida, el barcelonés reconoció que se está «tirando a la piscina».
«Ahora me hace feliz levantarme por la mañana, ir al estudio y hacer música. Lo que me pide el cuerpo son cosas como probar un sintetizador nuevo. Voy a hacer música, no sé si sirvo o soy bueno, pero quiero empezar un camino nuevo. Qué aburrida sería la vida si supiéramos qué va a pasar», reflexionó.