El español Fernando Alonso (Ferrari), doble campeón del mundo de Fórmula Uno, que este domingo abandonó en el Gran Premio de Italia, la decimotercera prueba del Mundial -que ganó el inglés Lewis Hamilton (Mercedes)-, declaró que no sabe en qué puesto, pero que de no haberse retirado «quizá» hubiese acabado «entre los primeros seis».
«Creo que tuvimos un problema con el sistema ERS (sistema de recuperación de energía), que perdió temperatura o agua, o algo así, según me explicaron, por encima. Y dejó de funcionar», comentó Alonso nada más bajarse de su monoplaza en Monza, circuito en el que había ganado en 2007 (con McLaren) y en 2010, su primer año a bordo de un Ferrari.
«Una de las funciones que tiene es importante para el motor normal y había que apagar el coche porque si no, rompíamos los dos motores», explicó, al canal de televisión Antena 3, Alonso, que negó que el coche se comportara mal.
«No, iba bien», afirmó el doble campeón mundial asturiano, ganador de 32 Grandes Premios y autor de 22 'poles' en Fórmula Uno. «Yo creo que podíamos haber hecho no sé que posición, pero quizá entre los seis primeros», afirmó.
«Después de salir del 'pit stop' detrás de todo el tráfico, decidimos levantar el pie y ponernos a tres segundos de los coches de delante para salvar los neumáticos y tenerlos a tope en las últimas diez vueltas», comentó Fernando, de 33 años.
«No sé cómo hubiese acabado, pero seguramente era una carrera difícil, en grupo; y éramos los últimos de cada grupo. Por tanto, peor aún», comento Alonso, que hasta hoy era el único piloto que había puntuado en todas las carreras del año y que no sufría un abandono desde la segunda prueba de la temporada pasada, en Sepang (Malasia).
«La verdad es que hasta ahora he tenido mucha suerte, por poder acabar todas esas carreras. Y aquí llegó una avería. Mejor que llegue este año, que no luchamos por cosas importantes. Ahora hay que intentar ganar fiabilidad», manifestó el piloto de Oviedo, que hoy, por primera vez como piloto de la Scuderia no sólo no acabó en el podio, sino que tuvo que abandonar en el templo de la velocidad lombardo, auténtico feudo 'ferrarista'.
«La verdad es que lo siento por ellos, por los aficionados. Nosotros no es que tengamos las expectativas muy altas en cada carrera, pero luego cuando llegas aquí a Italia y ves a todo el mundo apoyando a Ferrari piensas 'ojalá que sea una buena carrera'. No tanto por nosotros, sino por ellos», comentó el buque insignia de la escudería de Maranello.
«Abandonar justo aquí te da rabia, pero por desgracia son cosas que no podemos controlar. Ahora hay que pensar en la siguiente carrera», apuntó Alonso hoy, domingo, en el circuito de Monza, en las afueras de Milán.