El piloto español Jorge Lorenzo (Yamaha) cree que su mala actuación en el Gran Premio de Francia de MotoGP, en el que acabó séptimo, se debió a un neumático trasero defectuoso.
Lorenzo explicó en una rueda de prensa que le perjudicó también, pero en menor medida, la mala visión que tuvo durante la carrera por un problema con el casco.
«Tuve un problema en el casco, pero no fue el más importante», declaró el campeón del mundo de MotoGP en 2010 y la pasada temporada, que añadió: «No puedo asegurar que el neumático (el trasero) fuera defectuoso, no soy técnico en neumáticos, y seguramente Bridgestone, si fuera así, lo esconderá. Nunca dirán que es defectuoso. No lo puedo asegurar, pero es la única cosa que me entra en la cabeza».
Recordó que el año pasado ganó en Le Mans sobre agua y sin sustos y subrayó que hoy, o iba muy atento, o se iba al suelo.
Elogió a Marc Márquez (Repsol Honda), que está -dijo- haciendo una temporada «mejor imposible», y consideró que los puntos que le sacan tanto Dani Pedrosa como Márquez «son recuperables» porque quedan catorce carreras. Lorenzo, en cualquier caso, no sabe quién es más peligroso en la pelea por el título.
«El campeonato puede cambiar en cualquier momento y podemos volver a aparecer como favoritos como en Catar (en la primera carrera en la que se impuso en Doha). Hoy en condiciones normales habría hecho otro podio», opinó.
Sobre la diferencia de máquinas, Lorenzo dijo: «Nos falta aceleración y potencia máxima, pero no estamos lejos de las Honda. Tenemos que recuperar paso por curva, pero creo que la moto es mejor que en las tres primeras carreras». «Confío en Yamaha», señaló el piloto de Palma de Mallorca.
«Las sensaciones de hoy sobre la moto son de las peores que he tenido», dijo el de Yamaha, que reconoció que, aunque no había dejado pasar a Álvaro Bautista (Honda) al final de la carrera, sobre todo había evitado una caída al ver que éste tenía más ritmo que él.