El motociclismo de élite está de enhorabuena. El primer 'doblete' mallorquín en la historia del Mundial sitúa a la Isla en el mapa del deporte de las dos ruedas como potencia y las perspectivas son inmejorables. Tanto Jorge Lorenzo (Yamaha Factory Racing) como Luis Salom (Red Bull KTM Ajo) lograron en Losail (Catar) la 'pole' y la victoria, y en consecuencia son líderes del Campeonato del Mundo tras la primera manga. Un hecho inédito, histórico y que sienta un precedente que puede tener un desenlace más dulce en forma de doble título, aunque por delante quedan siete meses de dura competición.
Pero mientras Salom, Lorenzo, y otros como David Salom o Pedro Vallcaneras pasean el nombre de Balears por los principales certámenes del motociclismo del planeta, su cuna, el lugar en el que se montaron por primera vez en una moto y empezaron a rodar, mantiene un déficit de instalaciones que complica más todavía el hecho insular a la hora de realizar traslados.
El Mallorca Renn Arena de Llucmajor es la única pista para motos de asfalto con una longitud extensa, aunque los Campeonatos de Balears de motos de gran cilindrada no puede desarrollarse, y son las motos pequeñas las que luchan por hacerse con un hueco en trazados de menor distancia y recorrido para los pilotos, como el de Ca'n Picafort o la pista anexa al circuito principal de Llucmajor.
El proyecto del Circuit Illes Balears es la esperanza a la que se aferra el escenario de la velocidad, aunque otras modalidades, como el trial o el motocross, en definitiva las motos de campo, viven también en una espiral plagada de dificultades por la ausencia de recintos o zonas en las que poder entrenar con plenas garantías.
Mérito
Con ello, la gesta de Luis Salom y Jorge Lorenzo tiene mayor mérito todavía y adquiere una relevancia más épica, más cuando el primero reside permanentemente aquí y no puede disponer de un recinto a la altura de los que hay en otras comunidades para poder entrenar sobre una moto.
La falta de un circuito para la práctica del motociclismo de velocidad ha llevado incluso a la Federació Balear a plantearse la opción de celebrar el territorial de motos de gran cilindrada lejos de la Isla, aprovechando competiciones de otras regiones o nacionales para dirimir el Campeonato de Balears.
Balears cuenta, ahora mismo, con dos de los tres líderes del Mundial de motociclismo. MotoGP y Moto3 hablan mallorquín, pero el deporte de las dos rueda sigue arrastrando un déficit histórico pese a sus constantes reivindicaciones.