Su nombre ya forma parte de la historia del motociclismo español y del deporte balear. Luis Salom entró en los anales al ser el segundo isleño que gana un Gran Premio del Campeonato del Mundo de velocidad. Lo hizo en un trazado sinónimo de leyenda, Indianápolis, lo que le permite meterse de lleno en la puja por el subcampeonato de Moto3 y dar un paso de gigante en vistas a asentar su tercera plaza provisional.
Rumbo a Brno, donde el próximo fin de semana aterriza el Mundial, el piloto del RW Racing GP ha saldado su gran cuenta pendiente en un fin de semana en el que dejó cerrado su futuro para 2013 y confirmó todas las expectativas que desde su etapa en las diferencias fórmulas de promoción generó el pequeño de una saga que ha hecho del motociclismo algo más que una forma de vida.
«Fue una carrera difícil, no me esperaba que se quedara por delante con un grupo de tres pilotos, y además, estaba preocupado por los neumáticos. Pero ví la oportunidad de pasarles -a Cortese y Viñales-, y todavía no sé ni cómo lo hice», explicaba Luis, que describe las sensaciones que en él ha generado este hito como «algo increíble».
Intensidad
Salom recordaba que durante la carrera «tuve problemas con el neumático trasero, y en la última vuelta todo parecía difícil. Estuve observando y esperando el momento. De repente, ví que Cortese y Viñales se vigilaban el uno al otro, me dejaron la puerta abierta para entrar por la izquierda, por dentro. Y lo aproveché, solté el freno y me metí. Al entrar en meta estuve fuerte y eso me ayudó».
Conseguido uno de sus objetivos personales y deportivos, el hacer sonar el himno español y pisar el peldaño más elevado del podio, el piloto palmesano dejó claro que «estaba buscando la victoria con ganas desde hacía tiempo. He estado cerca en varias carreras, y al fin ahora lo he conseguido... estoy muy feliz. Es increíble», proseguía Luis, que agradece el trabajo realizado por su equipo (RW Racing GP), KTM, Kalex, Öhlins «y a toda mi gente, a los que siempre me han apoyado y que seguro que han disfrutado tanto como yo».
Este éxito supone un alivio tras una temporada 2012, la primera en la historia de Moto3 (Luis ya corrió en 125 centímetros cúbicos), en la que los problemas técnicos y el competir en inferioridad de medios respecto a otros pilotos han restado opciones a Salom. «En Holanda o Alemania, por ejemplo, cuando tuvimos problemas con el motor. Pero se han solucionado y vamos a tope con el equipo, con Kalex y con KTM para intentar asegurarnos la tercera posición de la general del Mundial», admite.
Moral
El triunfo en Indianápolis tenía un valor añadido para Luis, que no pudo correr allí en 2011 por su lesión en la mano y en 2010 mostró buenas vibraciones. Ahora, toca poner rumbo a la República Checa, donde sabe que «va a ser muy difícil conseguir la victoria, porque todos van a ir al límite. En especial Maverick (Viñales), que ya no puede fallar, aunque Cortese también intentará ganar. Es el más regular».
El estrenar su casillero de victorias tras poco más de medio centenar de Grandes Premios supone añadir un plus de moral a la mochila de Luis y su equipo. «Esta victoria me da más confianza para el futuro. Durante el fin de semana no acabé de ir del todo bien, pero en carrera me he sentido bien y he ido a más», dice, a la par que confiesa que «el triunfo tiene mucho significado tras tantos años de trabajo».