El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) confirmó la supremacía del fabricante japonés sobre sus rivales de Honda al lograr el mejor tiempo en los entrenamientos oficiales del Gran Premio de Catar de MotoGP, que mañana se disputará bajo los focos del circuito de Losail.
No solo fue el resultado de Lorenzo el que hizo sonar las alertas de sus rivales, sino el hecho de que entre los seis primeros clasificados haya cuatro Yamaha y únicamente el australiano Casey Stoner (Honda RC 213 V), vigente campeón del mundo de la especialidad, y el estadounidense Nicky Hayden (Ducati Desmosedici GP12), fueron capaces de entremezclarse con ellos.
Si bien durante buena parte de los entrenamientos la responsabilidad de marcar las referencias fue de Stoner, que rebajó su mejor tiempo de entrenamientos libres al marcar un 1:55.149, en el tramo final de los mismos, cuando los pilotos se decidieron a sustituir neumáticos para salir a pista con los blandos, la situación cambió rápido.
Fue entonces cuando Jorge Lorenzo volvió a ponerse al frente de la tabla de tiempos y, además, el primero en romper la barrera del minuto y 55 segundos al completar un giro al trazado en 1:54.993, secundado por la auténtica sorpresa del fin de semana, el británico Cal Crutchlow, piloto de una de las Yamaha de la escudería satélite francesa Tech 3.
Crutchlow completó un fin de semana de entrenamientos excelente y en su primera aproximación a la cabeza de carrera se quedó a 29 milésimas de segundo, 1:55.022, del tiempo de Lorenzo, pero a Casey Stoner todavía le quedaban minutos para intentar con neumático blando el asalto a la primera plaza.
Y no defraudó a las expectativas, pues con un registro de 1:54.855 se puso al frente de la tabla, el segundo y último piloto que rompía la barrera de los 55 segundos, pero Lorenzo estaba también en pista y buscó una secuencia de vueltas rápidas que le llevó hasta el 1:54.634 con el que se adjudicó la mejor clasificación de entrenamientos para el Gran Premio de Catar de MotoGP.
Su compañero de equipo, el estadounidense Ben Spies (Yamaha YZR M 1), que se fue por los suelos ayer, tampoco estuvo mucho más afortunado hoy, pues cuando iba en busca de un buen registro para la formación de salida y llevaba un primer parcial por debajo del tiempo de Lorenzo, se fue por los suelos y tuvo que conformarse con la cuarta plaza.
Además, en el caso de Ben Spies, a punto estuvo de llevarse un buen susto cuando el guante de su mano izquierda se quedó enganchado con el protector del mando del freno y tuvo que realizar un extraño movimiento de la articulación para liberarse del mismo.
Con todo, el estadounidense no sufrió daños físicos, pero regresó a su taller a pie.
No hubo sorpresas por cuanto se refiere al rendimiento de Valentino Rossi con la Ducati Desmosedici GP12 y por mucho que lo intentó, al final hubo de conformarse con la duodécima posición sin terminar de adaptarse a su nueva moto y eso que incluso ha modificado su forma de pilotar.
No fue el caso de su compañero de equipo, el estadounidense Nicky Hayden, quien logró colocarse quinto, por delante del italiano Andrea Dovizioso (Yamaha YZR M 1) y del español Dani Pedrosa, al que los problemas técnicos con su Honda RC 213 V le acabaron relegando a la séptima plaza.
Hubo otra Ducati más delante de Rossi, la del español Héctor Barberá, quien acabó octavo con la primera evolución del chasis de aluminio.
La primera CRT en la tabla de tiempos fue la del estadounidense Colin Edwards, que realizó un impecable trabajo con la Suter BMW y acabó decimotercero, por lo que tuvo su lugar de privilegio junto a la formación de los tres primeros de entrenamientos.
Tras Edwards se clasificó el francés Randy de Puniet (ART), quien no pudo acabar los entrenamientos al sufrir una caída, lo mismo que el británico James Ellison y el italiano Mattia Pasini, ambos sobre mecánicas de Aprilia Racing Technology (ART).
El español Aleix Espargaró, sobre una de esas motos ART, fue decimoquinto, justo por delante del colombiano Yonny Hernández (FTR Kawasaki) y con el también español Iván Silva (FTR Kawasaki) vigésimo.