Los potentes focos que alumbran la noche qatarí y el trazado de Losail marcarán el próximo fin de semana el inicio de un Mundial de motociclismo especial. Lo será porque Jorge Lorenzo partirá con el dorsal número 1 en el carenado de su Yamaha, por la llegada de Rossi a Ducati y por la revolución en Honda, que ha echado el resto técnicamente y en lo deportivo con la aparición de Stoner al box de Repsol.
Jorge es el hombre a superar, y tras un 2010 perfecto, en el que solo en dos ocasiones se quedó fuera del podio y batió el récord de puntuación en MotoGP, el balear deberá esforzarse para mantener a Yamaha en la cúspide que ocupa en el campeonato de marcas y equipos. Spies recoge el testigo de Valentino en la estructura oficial. Sin muro, pero derrochando ambición, el estadounidense es el primer oponente de Jorge. Los demás resultan familiares, aunque habrá que acostumbrarse al cambio de monturas. Valentino Rossi (de Yamaha a Ducati) y Casey Stoner (de Ducati a Honda) firman las más notables en el año del retorno de Toni Elías y en el que España volverá a ser una potencia en la cilindrada reina. Y es que junto a Jorge estarán Pedrosa, Barbéra, Bautista y el mencionado Elías, aunque todas las miradas se concentarán en los dos primeros.
Por delante, poco más de ocho meses y dieciocho Grandes Premios que reservan emociones de todo tipo. En el que todos apuntan que debe ser el año de la reconquista de Honda -no gana desde 2006 con Hayden-, la evolción de la Ducati con Rossi a los mandos es otro de los focos de atención, más tras la difícil pretemporada de 'Il Dottore', que ya declaró la guerra mediática al que fuera su compañero y máximo oponente.
Con los galones de campeón del mundo y la motivación de superarse, Jorge afronta un 2011 apasionante. Una competición de fondo en la que le sobrarán enemigos y deberá ofrecer lo mejor de su repertorio para prolongar su reinado y el de Yamaha, la marca cuyo futuro está en sus manos.