Dani Pedrosa ha despejado la incógnita y allana el camino de Jorge Lorenzo hacia la leyenda. El de Castellar ha confirmado que no tomará la salida en el Gran Premio de Malasia, con lo que al mallorquín le basta para ser campeón con acabar en novena posición, o lo que es lo mismo, sumar siete puntos, el próximo domingo (10:00, hora española, La 1). El de Honda ha optado por la prudencia, y pese a la importante mejora experimentada en la múltiple fractura de clavícula de la que fue operado el pasado lunes, ha decidido aplazar su retorno a las pistas hasta el Gran Premio de Australia (domingo 17). Pero ya podría ser tarde.
De esta manera, el Mundial empieza a hablar mallorquín y en el costado español del box del Fiat Yamaha ponen a enfriar el cava. Si se tiene en cuenta que a Lorenzo le basta con ser noveno, independientemente del resto de pilotos, y que su peor resultado del presente curso han sido los cuartos puestos de Aragón y Japón, sólo una desgracia podría evitar que Jorge no alcance los 76 puntos de margen con los que precisa salir de Sepang -actualmente posee 69 respecto a Pedrosa- para dejar de ser virtual y convertirse oficialmente en campeón del mundo 2010 de MotoGP. Y es que, en caso de que Jorge se llevara de Malasia seis o menos puntos, a Pedrosa le quedaría la remota opción de ganar los tres Grandes Premios que restan (Australia, Portugal y Valencia) y esperar tres «ceros» del actual líder. Así, con empate a puntos, por una hipotética última victoria en Cheste y pese al hipotético empate a triunfos, el 26 arrebataría a Jorge una corona que ya es más que virtualmente suya.
Sin Pedrosa en pista, la carrera puede convertirse en un mero trámite para Lorenzo, que manteniendo el tipo podría celebrar en pista su condición de segundo español que se proclama campeón del mundo de la categoría reina, el primero en la era MotoGP, tras Àlex Crivillé, quien lo consiguió hace once años (1999), pero en 500 centímetros cúbicos.
Lorenzo es también protagonista de otra de las imágenes más esperadas en Malasia. Su roce con su todavía compañero de equipo, Valentino Rossi, en Motegi, y las acusaciones de 'juego sucio' vertidas por el balear hacia el de Tavullia, han acabado por avivar una guerra que va más allá del asfalto y que promete emociones fuertes. En Sepang, y a partir del 8 de noviembre. Eso sí, quien no renuncia a nada es un Casey Stoner lanzado en la recta final de su etapa en Ducati y al que las obligaciones con los espónsors -Shell patrocina el Gran Premio de Malasia- otorgan un plus a la hora de plantear batalla.
El de Lorenzo no podría ser el único título con acento español del fin de semana, pues Toni Elías lo tiene todo a favor para ser el primer campeón mundial de Moto2 -antes 250 c.c.-, sólo con Julián Simón como alternativa. Si el manresano es segundo, lo habrá conseguido, aunque una victoria del de Villacañas le obligaría a ser, al menos, tercero. Si Simón fuera tercero, un sexto sería suficiente.
En 125 centímetros cúbicos, con las espadas por todo lo alto por el cetro -Terol, Márquez y Espargaró-, otro mallorquín pugnará por un título en juego (domingo, 7:00 horas): el de Rookie del Año. Y es que Luis Salom (Molenaar Racing) y su compatriota Alberto Moncayo son los favoritos, con ventaja para este último, lo que obliga al pequeño de la saga Salom a emplearse a fondo para intentar inscribir su nombre en los libros de historia.
Lorenzo, a siete puntos de la leyenda
Fernando Fernández | Kuala Lumpur |