La karateca española Sandra Sánchez ha ganado la medalla de oro en la modalidad de kata en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, en el estreno de este deporte en unos Juegos logrando la undécima medalla para España, la segunda de oro. Sandra Sánchez, número 1 del ranking mundial y campeona del mundo, afrontó a sus 39 años su primera final olímpica en el Nippon Budokan de Tokio, donde superó a la karateca japonesa Kiyou Shimizu.
El oro de Sandra se forjó en parte en Mallorca. El seleccionador español, Jesús del Moral, con el apoyo de la Federación Balear de Karate y el Ajuntament de Calvià, se decidió por Mallorca como escenario de una primera concentración exterior previa a lo que fue el viaje a Tokio. El polideportivo Galatzó y el hotel MSH Mallorca Senses de Palmanova fueron los ejes del Mallorca Karate Clínic, en el que buscaron abrirse a nuevos espacios lejos del CAR y aclimatarse a la humedad y el calor que se encontraron en la capital nipona.
Juntos a los dos equipos de kata, subcampeones del mundo, Sánchez trabajó esos días del mes de junio puliendo detalles «y sin bajar la guardia, porque lo que viene es muy ilusionante, es un objetivo por el que llevamos trabajando todos estos años y se puede decir que toda la vida», explicaba la medalla de oro en declaraciones a Ultima Hora, que desde 2015 es la gran dominadora en la modalidad de kata, con 52 medallas consecutivas en todas las competiciones y sin bajarse de un podio desde el ya lejano año 2015.
«Soñamos con esa medalla olímpica, si puede ser el oro, mejor. Para ello vamos a darlo todo, con la meta de llegar al día señalado lo mejor preparados y darlo todo», indicaba la karateca talaverana, considerada por la World Karate Federation como la mejor de la historia en la especialidad de kata, en la que quiere «hacer algo grande con una medalla olímpica», a la vez que espera que el escaparate de los Juegos Olímpicos «suponga un espaldarazo aún mayor para nuestro deporte». Su vaticinio en declaraciones a este periódico el 16 de junio de este año se ha cumplido. Sandra es de oro y ese metal, en parte se forjó en Mallorca.