Si finalmente la pandemia de coronavirus lo permite y los Juegos Olímpicos de Tokio arrancan como está previsto, a buen seguro que uno de sus grandes alicientes será ver sobre el parquet a la enésima versión del Dream Team, la selección de Estados Unidos de baloncesto que transita en estas jornadas previas al inicio de la competición un road to Tokio algo particular. El equipo de ensueño ha acumulado dos derrotas en sendos partidos amistosos, algo inusual dada su enorme calidad. Asimismo, por contingencias diversas, en estos momentos solo tiene a ocho jugadores disponibles y su gran estrella, Kevin Durant, ha estado últimamente en los focos mediáticos por su afición a la marihuana, aunque se trata de una relación que viene de lejos.
En otros lugares del mundo sorprende que un deportista de altísimo rendimiento como un jugador de la NBA sea consumidor habitual de este tipo de sustancias. Sin embargo Durant no es un caso único, y dentro de la asociación de jugadores se han iniciado movimientos para que la marihuana no conste como sustancia dopante, habida cuenta que en muchos estados norteamericanos está regulado su uso recreativo.
El caso de Durant es especialmente curioso. La estrella de los Nets, el que será principal argumento para que el equipo estadounidense opte al oro olímpico en Tokio, ha granjeado en el pasado titulares favorables al uso de la marihuana. En este sentido unas recientes declaraciones de una persona de su círculo cercano de amistades, el actor Matt Sullivan, han aportado más detalles sobre su relación con el psicotrópico. Así Sullivan admitió en un programa de televisión que Durant «fuma más de lo que la gente piensa».
«Fuma mucha más marihuana de lo que piensan. He estado en su casa a la una de la madrugada y todo el lugar apesta», desveló. Sullivan afirmó que Durant no tiene muchas más aficiones que el baloncesto, no tiene pareja ni hijos, y por eso cuando no está jugando o entrenando pasa bastante tiempo consumiendo cánnabis.