La española Carolina Marín venció este miércoles en dos juegos (21-5, 21-5) a la irlandesa Rachael Darragh en la segunda jornada de la fase de grupos del torneo de bádminton de los Juegos Olímpicos de Paris 2024, un triunfo aplastante, mostrando una gran variedad de recursos y no dando ninguna opción a su rival, para avanzar a octavos de final.
La onubense superó el trámite ante la número 67 del mundo, que nunca puso en apuros al vendaval Carolina Marín para certificar su billete a cuartos de final. El triunfo, en apenas media hora de partido, mete a la española en los octavos de final del torneo, postulándose en los cruces como una de las grandes candidatas a las medallas.
Marín entró al partido arrolladora en el partido y rápido disfrutó de una ventaja de seis puntos (8-2), moviendo a la irlandesa, que mostraba con su expresión facial la dificultad del reto que tenía por delante. Ese colchón inicial fue clave en ese primer juego, incluso aumentándolo para neutralizar por completo a Darragh, que nunca intentó la reacción.
Después de sellar el primer juego por un aplastante 21-5, Marín siguió con su ritmo alto, jugando con golpes más sutiles y otros de pura potencia para terminar de descolocar a la irlandesa. El Arena Porte de la Chapelle disfrutó de una de las mejores versiones de Marín, que sumó su vigesimosexta victoria este año en 30 partidos.
En este juego, la brecha se abrió definitivamente cuando la onubense dominaba por 83-3. Desde entonces, un +10 crucial que terminó de sentenciar a la irlandesa, que de nuevo solo pudo celebrar cinco puntos. Marín, como en el juego inicial, cerró el encuentro en la primera bola de partido, para sellar su billete a octavos con sus segunda victoria en estos Juegos.
La cruz para España en bádminton este miércoles fue Pablo Abián. El aragonés se despidió de los Juegos de Paris, los quintos en su carrera, al perder en dos juegos (21-10 y 21-13) ante el malayo Lee Zii Jia. El español prolongó sus opciones de pasar a los cruces con un primer triunfo en su estreno, pero la dificultad de su grupo era bastante alta, y el número siete del mundo acabó con el sueño olímpico del español, de 39 años.