El optimismo reina en torno a la recuperación de Rudy Fernández, que dio el susto el pasado martes en el partido de la fase de grupos del torneo olímpico de baloncesto de los Juegos de París, que España disputó y ganó ante Grecia (84-77). El alero mallorquín se tuvo que retirar al sufrir un fuerte golpe en el cuello contra su compañero Juancho Hernangómez, quedando conmocionado en la pista. Por precaución, el médico de la selección le trasladó al vestuario parra realizar una primera evaluación que descarto, de inicio, lesiones graves.
Como lo hicieron las pruebas a las que fue sometido el jugador formado en Sant Josep Obrer, quien este miércoles descansará junto al resto del equipo y se probará en la jornada previa al último y decisivo partido de la fase de grupos ante Canadá (viernes, 17:15 horas, Lille), en el que se juegan la clasificación para cuartos e incluso el primer puesto.
En el entrenamiento previo, se evaluará el estado del cuello de Rudy, especialmente su lado derecho y su movilidad de cara a afrontar un partido y un duelo de alta intensidad frente a la selección canadiense, que dirige el español Jordi Fernández. Sin estar descartado, pues se espera que al menos se siente en el banquillo, Rudy evoluciona favorablemente y quiere estar en el cierre de la primera fase de París 2024. Y avanzar a cuartos y que no sea su último partido.