Etienne Etoo Pineda creció con la alargada sombra de su padre Samuel, uno de los goleadores más insaciables del fútbol mundial a comienzos del presente siglo. El internacional camerunés no solo dejó huella sobre el césped en su exitoso paso por el Real Mallorca. Aquí, en la Isla, nació Etienne hace 22 años. Después de desfilar por una cantidad notable de vestuarios (Atlético Baleares, Real Oviedo, Guimaraes, Poblense, Rayo Majadahonda o el Unión Collado), Etienne parece haber encontrado su espacio en el Rayo Vallecano.
Goleador en el filial, el delantero mallorquín ha debutado con el primer equipo vallecano y lo ha hecho a lo grande. Iñigo Pérez le ha dado la alternativa ante el modesto Villamuriel en la primera ronda de la Copa del Rey. Etienne entró por Pelayo en el minuto 76, con 0-4 en el marcador, y tuvo tiempo para estrenar su cuenta para poner la guinda a la goleada (0-5). El mallorquín, con el dorsal 28 a la espalda, recogió un rechace de un defensa dentro del área para conectar un disparo cruzado con la diestra.
Precisamente con 22 años su padre se convirtió en el gran héroe del mallorquinismo y en la misma competición en la que ha debutado Etienne. Su portentosa actuación en la final de la Copa del Rey permitió que el Mallorca derrotara al Recreativo de Huelva en Elche y alzara el trofeo más preciado de su historia. El pequeño Etienne, que tenía apenas diez meses, seguro que no se acuerda de aquella noche en el Martínez Valero, cuando su progenitor hizo historia en el torneo del KO, donde él ha escrito sus primeras líneas y con gol...