Andratx y Cornellà plasmaron este sábado en el campo Toni Tacha de Can Valero -el municipal de Sa Plana se encuentra en obras- la remodelación que han sufrido sus respectivas plantillas. Los técnicos todavía deben amoldar a los numerosos cambios que han experimentado durante el verano y el estreno confirmó ese periodo de adaptación en el que se encuentran inmersos.
No obstante, el Andratx dispuso de las ocasiones más claras, pero se encontró con un inspirado Rubén Miño, exportero del Mallorca hace una década, que taponó las llegadas del conjunto de Contreras. Pudo adelantarse en el arranque en una acción de córner, pero el meta catalán, uno de los escasos supervivientes de la pasada temporada, demostró su solvencia.
Con el paso de los minutos, el encuentro comenzó a decaer, aunque el Andratx nunca dejó de insistir ni de creer en sus posibilidades. Contreras apostó por agitar el árbol para intentar alterar el destino del partido, pero no pudo conseguirlo. Sastre, Flaqué y Alorda entraron para refrescar a un equipo que en los últimos instantes apostó por no perder el punto conseguido. Mucho mérito ante un Cornellà que se ha reforzado con el objetivo de pelear por el ascenso a Primera RFEF.