La numerosa colonia alemana en la Isla, tanto de residentes como de turistas, vibraron y sufrieron a partes iguales con el partido de octavos de final de la 'Die Mannschaft' -como se conoce a la selección de Alemania- ante Dinamarca. El partido, que en el tramo final de la primera parte estuvo interrumpido durante más de 20 minutos por culpa de una tormenta eléctrica, ha estado marcado por la tremenda igualdad.
En numerosos locales de la Isla, sobre todo en la zona de s'Arenal, la hinchada alemana se concentró frente a los televisores para seguir con nervios e ilusión el encuentro de la selección anfitriona y una de las favoritas del torneo.
Después de un primer tiempo igualado y accidentado por ese parón, en el segundo acto el encuentro se agitó. Todo cambió en un minuto, el tiempo que pasó entre el gol del danés Andersen, que fue anulado por el colegiado a instancias el VAR, y el penalti cometido por el mismo jugador tras interceptar con la mano un centro. Kai Havertz, el punto que esta temporada ha militado en el Arsenal después de alcanzar la gloria con el Chelsea, firmó el tanto que adelantaba a Alemania desde los once metros. El 2-0 de Musiala a los 68 minutos provocó el delirio de la colonia germana.