La victoria del Real Madrid en el tiempo de descuento del Clásico ante el Fútbol Club Barcelona supuso un estallido de alegría para los aficionados blancos en el Santiago Bernabéu, donde Rafael Nadal festejó junto a su padre, Sebastià, y su hermana, María Isabel, el triunfo que sentenció la Liga. El ganador de 22 títulos de Grand Slam, que iniciará este jueves su participación en el Masters 1.000 de Madrid, volvió a ser talismán para los hombres de Carlo Ancelotti y disfrutó de un partido marca de la casa del conjunto blanco.
El Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona reunió a grandes estrellas en el palco del Santiago Bernabéu. El exjugador de fútbol americano Tom Brady, el tenista serbio Novak Djokovic y el actor estadounidense Andy García fueron algunas de las grandes figuras que no quisieron perderse el encuentro. Tampoco Rafa Nadal, confeso madridista, que celebró puño en alto el definitivo 3-2 de Jude Bellingham en el tiempo añadido.
Nadal, que este lunes ha confirmado su participación en el equipo de la Laver Cup que capitanea Bjorn Borg, llegó el pasado viernes a Madrid desde Barcelona donde jugó dos partidos del torneo Conde de Godó. Tras ser eliminado por el australiano Alex de Miñaur se trasladó a Madrid y desde entonces se ha ejercitado en la Caja Mágica para continuar con su temporada.
El mallorquín regresa al Masters 1000 de Madrid dos años después de su última participación, en el 2022, cuando fue eliminado por Carlos Alcaraz, campeón de las dos últimas ediciones, y debutará el próximo jueves ante el estadounidense Darwin Blanch, con el que ha quedado emparejado en la primera ronda del torneo madrileño. Si supera este compromiso volverá a encontrarse contra Alex de Miñaur, en segunda ronda, tal y como pasó en el Conde De Godó la semana pasada.