Vapuleado el sábado por el Valencia (3-0) y advertido por sus últimas actuaciones en la Liga de Campeones, con sólo seis victorias en sus 25 partidos más recientes en ese torneo y el batacazo de su eliminación en la primera fase la pasada temporada, el Atlético de Madrid se reinicia este martes contra el Lazio en el Olímpico de Roma, donde encara una prueba de fuego, exigente, sin términos medios.
No los hay por su derrota en Mestalla, inexcusable más allá del marcador, imprevisible por la rotundidad, más visible aún por la imagen; por su pasado reciente en la máxima competición europea, con el fiasco del pasado curso todavía imborrable; y porque es un torneo que no espera a nadie, en el que una derrota lo condiciona todo, más aún en el inicio de una fase tan corta, como ya ha comprobado el Atlético en los últimos tiempos.
Porque La Liga de Campeones es el territorio más inhóspito para el Atlético y para Diego Simeone. Una competición inalcanzable aún, que representa su mayor anhelo, pero también despierta sus inseguridades, porque ningún escenario le ha hecho tanto daño al equipo en su historia, con tres finales de desenlace cruel.
Una, allá por 1974, la perdió en la única final con desempate de la historia contra el Bayern Múnich, después de tenerla en su mano, hasta el último minuto de la prórroga en el primer duelo; otra, en Lisboa en 2014, ya con Simeone se escapó entre el minuto 93 y el tiempo extra frente al Real Madrid; y una más, en 2016, en Milán, contra el mismo rival, se resolvió en su contra en la tanda de penaltis. "Un fracaso", lo calificó el técnico argentino.
En aquella final, Antoine Griezmann falló una pena máxima en el tiempo reglamentario. Lo tiene grabado el internacional francés, el líder de un equipo que se ha armado para cambiar su historia reciente en la competición: no disputa una semifinal desde 2017. Hace seis años. Y fue eliminado en la fase de grupos en dos ocasiones. La última, el pasado curso, cuando fue cuarto del grupo que compartía con Brujas, Oporto y Leverkusen.
De seis choques, solo gano uno. Fue la peor fase de grupos de Simeone. «Hay que mejorarlo desde todos los aspectos, desde lo táctico, lo físico, la intensidad... Está claro que la Champions la tendremos que dar una atención diferente, porque nos está siendo complicada», afirmó el entrenador el pasado junio.
Doblegado en cuartos en 2021-22, por el Manchester City, y en 2019-20, por el Leipzig; derrotado en octavos en 2018-19, por el Juventus, y en 2020-21, por el Chelsea, el contraste actual con el primer tramo en este torneo de la era Simeone es evidente: dos finales, una semifinal y unos cuartos de final, desde 2013-14 hasta 2016-17.
No sólo eso, sino que el Atlético no es primero de su grupo precisamente desde entonces, desde 2016-17. Lo fue en 2013-14, 2014-15, 2015-16 y en esa citada ocasión. No lo fue ni en 2017-18 (eliminado en la primera fase, después campeón de la Liga Europa) ni en 2018-19 ni en 2019-20 ni en 2020-21 ni en 2021-22 ni en 2022-23. En los tres últimos no pasó de nueve puntos: 9 en 2020-21, 7 en 2021-22 y 5 en 2022-23.
Hay más datos para la desconfianza: una victoria en sus últimos ocho partidos en esta competición; seis triunfos nada más en los 25 encuentros más recientes, desde la eliminación en los cuartos de final del curso 2019-20 con el Leipzig; o cuatro derrotas consecutivas como visitante en este torneo, cuando cayó por 1-0 con el Manchester City, por 2-0 con el Bayer Leverkusen, por 2-0 con el Brujas y por 2-1 con el Oporto, en ese orden.
El Atlético lamenta una nueva baja: Thomas Lemar, lesionado en el tendón de Aquiles en el choque en Mestalla. A la vez, mantiene fuera a Koke Resurrección, Caglar Soyuncu, Memphis Depay, Rodrigo de Paul y Reinildo Mandava; los cuatro primeros por diversas lesiones musculares y el último por la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha que sufrió el pasado 25 de febrero.
Son las seis ausencias para la visita al Olímpico de Roma, donde no recupera a nadie respecto a Mestalla, pierde un efectivo más (Lemar) y se prevé que modificará su once, con el regreso a la titularidad de José María Giménez en el centro de la defensa, de Saúl Ñíguez como interior izquierdo y la duda de la elección para el carril zurdo entre Rodrigo Riquelme, Samuel Lino o Javi Galán, tres opciones para una demarcación por descubrir, después del traspaso de Yannick Carrasco al Al Shabab de Arabia Saudí.
Enfrente, el inicio del Lazio en Serie A no es ni mucho menos esperanzador. La versión que dio la temporada pasada, en la que acabó segundo solo por detrás de un Nápoles imparable, parece haberse disipado por completo en estas primeras cuatro jornadas en las que ha perdido tres de ellas, cosechando solo una victoria, curiosamente ante el Nápoles.
La marcha del serbio Milinkovic-Savic a Arabia Saudí, unida al mal momento de forma del italiano Ciro Immobile, que sólo ha visto puerta en una ocasión, un tanto insuficiente en la derrota ante el Lecce en la primera jornada, parece haber descompuesto a un conjunto 'biancoceleste' que tiene en el español Luis Alberto su mejor baza para optar a la victoria en la primera batalla en Liga de Campeones, una competición en la que no participa desde hace tres años. El español, líder del centro del campo lazial, lleva dos goles y una asistencia en estos primeros cuatro encuentros.
El conjunto romano necesita recuperar esa solidez defensiva que le permitió crecer desde la posesión para poder tener opciones ante el Atlético de Madrid, siempre con la conexión Luis Alberto-Immobile como opción principal, y volver a ser ese equipo incisivo y agresivo por los carriles con Felipe Anderson y Zaccagni como extremos titulares por delante del español Pedro Rodríguez, que le permitían nutrir de centros al área cargada de centrocampistas llegados desde la segunda línea, una versión que no ha mostrado en este comienzo de campaña.
La última derrota, un 3-1 ante el Juventus en Turín, acabó por magnificar la delicada situación que atraviesa un Lazio que, por orden de su técnico, el italiano Maurizio Sarri, puso en marcha lo que en Italia se conoce como 'Silenzio Stampa' tras el partido: una prohibición a sus jugadores y cuerpo técnico de hablar con los medios de comunicación tanto en rueda de prensa como en zona mixta al considerar que el arbitraje no fue justo.
Con su clásico 4-3-3, Sarri llega al duelo en el Estadio Olímpico con todos los jugadores disponibles para comenzar una nueva andadura en la máxima competición continental, aunque con muchas miradas centradas en el japonés Daichi Kamada, la nueva incorporación que se presenta como la alternativa natural de Milinkovic-Savic y que está llamado a, junto a Luis Alberto e Immobile, dar un paso al frente en este tipo de partidos.
- Alineaciones probables:
Lazio: Provedel; Hysaj, Romagnoli, Casale, Marusic; Cataldi, Kamada, Luis Alberto; Felipe Anderson, Zaccagni e Immobile.
Atlético de Madrid: Oblak; Molina, Savic o Azpilicueta, Giménez, Hermoso, Riquelme o Lino; Llorente, Barrios, Saúl; Griezmann, Morata o Correa.
Árbitro: Slavko Vincic (Eslovenia).
Estadio: Stadio Olímpico de Roma
Hora: 21.00 (Movistar Liga de Campeones).