La memorable goleada del pasado sábado en el estadio Eden Park de Auckland frente a Suiza supuso consumar una hazaña histórica para la selección, clasificada por primera vez para los cuartos de final de la Copa del Mundo.
A este hito colectivo se le sumó la celebración individual de la guardameta mallorquina Cata Coll, quien hizo su estreno con la selección femenina absoluta firmando un sobresaliente partido frente a las helvéticas. Por ello, y en una nueva muestra de reconocimiento a las internacionales, el presidente de la RFEF Luis Rubiales entregó a la futbolista mallorquina la insignia de oro del organismo rector del fútbol español durante la cena posterior al encuentro y acompañado por el máximos responsable del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo, así como del seleccionador nacional Jorge Vilda.
Fuertemente aplaudida por sus compañeras, Cata Coll agradeció la distinción declarándose «sentir muy feliz por estar aquí en el Mundial y jugar mi primera partido con la absoluta. Estoy segura de que aún estaremos aquí quince días más», concluyó en referencia al futuro próximo de España en la competición.
La mallorquina no olvidará el debut con la selección ni el primer gol encajado, una falta de entendimiento con Codina que acabó con el balón en su propia portería. «Primero quería matar a Codina (risas), pero luego se ha arreglado, se ha quedado una bonita anécdota. Ha salido bien todo, ya está, es una cosa del partido que se arregla luego», manifestó la guardameta a la conclusión del encuentro.
Para el partido de octavos de final frente a Suiza, Cata Coll sustituyó a su compañera Misa Rodríguez, que había jugado los tres anteriores partidos del Mundial. Sin embargo, los cuatro goles encajados frente a Japón decidieron al entrenador Jorge Vilda para cambiar medio equipo, ya que aparte de la sustitución en la portería, el seleccionador cambió a otras cuatro jugadores. Y la apuesta le salió de una forma inmejorable con el 1-5 encajado al conjunto helvético.
Para el histórico encuentro de la selección española frente a Países Bajos, sería una gran sorpresa que la mallorquina no disputara su segundo encuentro mundialista.
Coll se ha convertido en la cuarta futbolista mallorquina que ha jugado un Mundial tras Virginia Torrecilla, Patri Guijarro y Mariona Caldentey.
Nacida en Palma en 2001, Coll es considerada una de las porteras de mayor proyección del fútbol español. Formada en el Collerense, se fue cedida en la temporada 2019/20, dl Barça al Sevilla. Desde entonces se ha convertido en una jugadora importante para la rotación en la portería azulgrana.
El verano de 2018 es una de las capitanas en el histórico triunfo de la selección española sub-17 en el Mundial, en el que fue la Guante de Oro. Ese mismo año también es subcampeona del mundo sub-20, en Francia, donde fue titular con 17 años.
Cata Coll está viviendo un sueño del que no quiere despertar. El viernes, Países Bajos será un duro rival en busca de las semifinales, pero nadie dijo que ganar un Mundial fuera fácil.