El internacional inglés Jack Grealish fue uno de los jugadores destacados del Manchester City en la final de la Champions y el gran protagonista de las celebraciones de los citizens tras la consecución de su primera orejona. Las imágenes de las celebraciones en el estadio y vestuarios fueron aflorando en redes sociales y mostraban a un Grealish en modo estrella de la fiesta en Estambul. Y casi siempre acompañado con alguna bebida en la mano. 24 horas después del pitido final, Grealish continuaba luciendo la equipación con la que había disputado el partido.
Poco antes de la medianoche del domingo aterrizaban en un vuelo privado en Ibiza para una fiesta más, antes de la 'parada' programada en Manchester. A media mañana del lunes Grealish abandonaba el hotel donde se habían alojado arropado por su compañero Walker y personal del equipo. Ya en el aeropuerto de Ibiza, el personal les ofreció una silla de ruedas para trasladar hasta el avión a la 'estrella' de la fiesta del City.
Ya en Mánchester, la lluvia y la amenaza de tormentas eléctricas no pudieron empañar el desfile en autobús descubierto que el Manchester City realizó por las calles para celebrar la consecución de la Liga de Campeones. Miles de aficionados se dieron cita en las calles de la ciudad inglesa para festejar el hito junto al equipo 'citizen'. Con ello, completaba el triplete de este curso junto a la Premier League y la FA Cup.
El defensa Nathan Aké sostuvo en alto el trofeo de la Premier League para deleite de los aficionados que desafiaron a la lluvia, muchos de los cuales bajaron a pie hacia el escenario de las celebraciones una vez que la ruta quedó despejada. El centrocampista Phil Foden portaba el trofeo de la Liga de Campeones, mientras Pep Guardiola se fumaba un puro contemplando la escena. Los jugadores llegaron al escenario poco después de las 20.00 horas. «Teníamos que hacer el mejor desfile con esta lluvia, si no, esto no era Mánchester», dijo el catalán entre los gritos del público.