La juez que investiga al exjugador brasileño del FC Barcelona Dani Alves por violar presuntamente a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona ha acordado mantenerlo en prisión, donde ingresó el pasado 20 de enero, tras poner en duda su última versión exculpatoria y concluir que persiste el riesgo de fuga.
Según han informado a EFE fuentes jurídicas este martes, la titular del Juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía y la acusación particular ejercida por la víctima, han rechazado la petición de la defensa del futbolista para que salga en libertad provisional mientras se instruye el caso.
Alves, que permanece en prisión preventiva tras su detención en enero, pidió a la jueza que lo dejara en libertad el pasado 20 de abril tras comparecer ante la magistrada, a petición propia, para dar su cuarta versión sobre lo sucedido en la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 de diciembre.
En esa comparecencia, el jugador brasileño admitió por primera vez que había mantenido relaciones sexuales por vía vaginal con la denunciante e insistió en que fueron consentidas, lo que trató de demostrar aportando un análisis de las imágenes que grabaron las cámaras de seguridad de Sutton y que, según su versión, lo exculpan.
La magistrada, sin embargo, ha puesto en entredicho el informe que la defensa presentó como prueba pericial y que, a su parecer, no es más que una prueba documental a modo de «reconstrucción» de lo sucedido: «Sus afirmaciones nada tienen que ver con los hechos».
Para la jueza instructora, transcurridos casi cuatro meses desde la detención de Alves se mantienen los indicios de criminalidad que lo involucran en la violación, por lo que no ve motivos para modificar su situación personal.
En ese sentido, la magistrada contrapone la «persistencia» de la declaración de la víctima con las distinta versiones que el futbolista ha dado de lo sucedido y recuerda que la última de ellas, en la que reconoció por primera vez una penetración vaginal, la ofreció cuando ya disponía de los resultados de las pruebas biológicas, que hallaron restos de semen de Alves en las partes íntimas de la joven.
Otra de las cuestiones que, en opinión de la juez, no han variado desde que Alves ingresó en prisión es su riesgo de fuga, que sigue siendo el mismo teniendo en cuenta que el futbolista cuenta con doble nacionalidad española y brasileña, sin que existan convenios de extradición con su país de origen.
A ello se suma, añade el auto, su inminente divorcio: su esposa, la modelo Joana Sanz, anunció el mes pasado a través de las redes sociales su intención se separarse de él tras ocho años de matrimonio.
La defensa de Alves, ejercida por los abogados Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, disponen de hasta cinco días para recurrir la confirmación de la prisión provisional del exjugador del Barça, ante la jueza instructora o directamente ante la Audiencia de Barcelona.
El pasado mes de febrero, la Audiencia descartó dejar en libertad provisional al futbolista, al concluir que presenta un elevado riesgo de fuga, dada su «capacidad económica abultada» y porque los indicios que lo incriminan son «severos» y «diversos».