La FFIB y la Conselleria d'Afers Socials del Govern impulsan el uso de la tarjeta blanca en el fútbol formativo. Desde que se creó en la temporada 2016/17 esta acción premia el buen comportamiento dentro y fuera del terreno de juego reconociendo a jugadores, cuerpo técnico y aficiones por parte de los colegiados. Los árbitros han mostrado 1.618 tarjetas blancas en estas seis temporadas y media en categoría de prebenjamín a cadete.
El presidente de la FFIB,Pep Sansó, explicó que «el mensaje es que, a día de hoy, se jugará el Mundial que tendrá una visibilidad de 5.000 millones de personas. El ámbito competitivo es evidente que a todos nos atrae, pero por encima de eso, el trabajo más importante para nosotros es la parte social. La cantidad de gente que mueve el fútbol, su capacidad socializadora, el 60% de las 33.000 licencias están en edad de niñez o adolescencia», manifestó el presidente de la FFIB.
«Los clubs son parte prioritaria de la educación del futuro de nuestra sociedad porque el fútbol lleva valores añadidos: estar con gente, grupo de trabajo, tener adversarios, un entrenador que toma decisiones, ganar, perder... tenemos que premiar siempre al relato positivo. El deporte hace muchas cosas bien pero a veces damos demasiado valor a lo negativo. La violencia física ha desaparecido pero la verbal no, no podemos normalizarla, debemos erradicarla de forma conjunta con esta acción que en 2016 creamos con el Govern. Debemos premiar lo importante, las acciones positivas», apuntó Sansó.