El Cardassar de Miquel Àngel Tomàs vuelve a soñar de nuevo con la Copa del Rey. Su partido de este miércoles ante el Mollerussa (20:30 horas), en el Camp Municipal de Mollerussa (Lleida), es el preludio al aterrizaje de un Primera División en es Moleter. Un campo que espera con ansias una nueva oportunidad para disfrutar de los mejores jugadores del mundo en Sant Llorenç.
Con el orgullo de haber plantado cara al Atlético de Madrid (0-3), pero con un agrio recuerdo por la restricción de aforo debido a la pandemia que se vivía en aquel 16 de diciembre de 2020, los aficionados quieren revivir una noche histórica para el pueblo, que tanto ha sufrido. El Cardassar sabe a lo que se enfrenta, ya lo hizo ante el Épila en la fase previa de 2020, al que eliminó en penaltis con un Ángel Sánchez antológico bajo palos y que volverá a salvaguardar a los suyos en otra intentona histórica.
En la zona noble de Preferente, el equipo mallorquín afronta un nuevo reto que le pone en el foco del fútbol balear. Tras quedarse a las puertas de volver a Tercera División, los gualdinegros descubrieron como la derrota tiene un lado dulce y afrontan esto como una ocasión imperdible para todos ellos. A pesar de la dificultad de la gesta, los jugadores son optimistas y confían en poder dar la sorpresa ante el Mollerussa. El club catalán de Preferente, es uno de los equipos más potentes del panorama nacional y es un serio aspirante para ascender a Tercera.
De otro modo, el club que preside Jaume Soler no estará solo. Con el equipo, viajarán esta mañana 30 aficionados que darán color a las gradas del Municipal de Mollerussa. La entidad del Llevant había organizado un viaje para acompañar a la expedición y han sido 30 los valientes que han decidido dar calor a los suyos en una nueva noche con tintes épicos en la larga historia del Cardassar.