El primer día después de Messi, los focos apuntaron a tipos habitualmente agazapados y escondidos bajo el alargado manto del 10. En el estreno del Barça post-Leo el holandés Memphis y el danés Braithwaite se adueñaron de los mandos del encuentro para golear e ilusionar primero con un fútbol colectivo y sufrir después con la reacción realista en dos chispazos. Fue un duelo cargado de apuntes y momentos. Piqué, que se rebajó el sueldo para que el club pudiera inscribir a varios fichajes (el propio Memphis, Eric García, Rey Manaj...) se besó el escudo nada más abrir el melón, minutos después del referéndum en el minuto 10 en el que el público del Camp Nou se pronunció sobre la salida de Messi.
Ovacionaron al ya futbolista del PSG... aunque también hubo algún reproche en forma de silbido. El festival del primer tiempo, con un Memphis en plan estelar, desembocó en unos minutos de agonía en el tramo final, cuando el Barça se tumbó y la Real Sociedad recortó gracias a dos fogonazos. Pero de nuevo apareció Braithwaite, una de las estrellas de la noche, para asistir a Sergi Roberto y cerrar la primera batalla sin Leo. El canterano también se besó el escudo con un mensaje de amor eterno a los colores. Quizás con destinatario. ¿Y Messi? A esa hora estaba celebrando el cumpleaños de Ander Herrera con toda la plantilla del PSG. Y es que nada es eterno...