En un templo futbolístico como Wembley, el mismo escenario donde Luis Enrique inició su proyecto, la Selección Española mide la realidad del mismo tras volver a ganarse el respeto del mundo del fútbol e ilusionar a un país que se había desenganchado de su selección.
Enfrente, una Italia intocable y renacida, camino de récord mundial con 33 partidos sin perder, lanzada a por el título.