La futbolista Virginia Torrecilla, medalla de Plata de la ciudad de Madrid con motivo de la festividad de San Isidro, ha pedido este sábado a las personas con cáncer que «nunca se rindan, que sean positivas», porque ella, hace un año, «iba a entrar a quirófano» y ahora está «recogiendo un premio de la ciudad de Madrid».
Así lo ha indicado la futbolista del Atlético de Madrid, quien ha hablado en nombre de los galardonados con la medalla de Plata de la ciudad, que también han recogido las Hijas de la caridad, Xandra Falcó en nombre de Jaime de Carvajal y Hoyos, a título póstumo, la plataforma del Tercer Sector y el taxista jubilado Matías Martínez.
La Galería de Cristales del Palacio de Cibeles ha sido el escenario donde se han entregado estas medallas de la ciudad, en su categoría de Plata, que ha entregado la vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís. «Quiero felicitar a todos los madrileños por el día de hoy; dar las gracias al alcalde, a todos los partidos, a quien ha hecho que me otorguen esta medalla tan importante. Hace un año estaba a punto de irme a quirófano, y hoy recojo un premio de la ciudad de Madrid», ha apuntado entre aplausos.
Aunque no es madrileña (Cala Millor, Mallorca; 4 de septiembre de 1994), Torrecilla defiende los colores del Atleti femenino y de la selección nacional de fútbol (jugó los mundiales de 2015 y 2019 y la Eurocopa de 2017). A los 25 años, unos meses después de participar en el Mundial, se tuvo que operar de un tumor en la cabeza y después se sometió a radioterapia y quimioterapia.
Diez meses después de ser operada, ya ha vuelto a entrenar con sus compañeras, siendo «un ejemplo de superación y constancia, para el deporte y para la lucha contra el cáncer».
Por su parte, el taxista Matías Martínez Olmo es un trabajador del taxi ya jubilado, cuya significación «trasciende su ejemplar desempeño profesional durante más de 45 años». Es conocida su labor humanitaria poniéndose al servicio de todas las personas que han necesitado su ayuda.
Es madrileño que goza de un «amplísimo reconocimiento del sector del taxi», como acreditan los números escritos enviados por diferentes entidades representativas. Todas ellas, ven en Matías Martínez Olmo «el exponente de los taxistas madrileños, que se sentirían reconocidos y distinguidos por el Ayuntamiento de Madrid». Las Hijas de la Caridad tienen un comedor social en pleno centro de Chamberí. Atiende diariamente a casi medio millar de personas para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y es la sede de la citada orden religiosa.
Además de personas sin hogar, se acercan a sus puertas personas con recursos muy limitados o que se han quedado sin empleo y sin ingresos. Además de las bolsas diarias de alimentos, los lunes y jueves preparan bolsas a 70 familias con comida para toda la semana.