El Poblense también conoce la hoja de ruta que debe seguir para jugar la próxima temporada en la Segunda RFEF. Los de Óscar Troya arrancan en casa el día 4 de abril contra el Villarrubia, segundo clasificado del grupo y al que es imprescindible ganar para mantener viva la posibilidad abrazar las dos primeras plazas y hacer realidad también la entrada en al que será la cuarta categoría del fútbol español.
El gran reto es no bajar a Tercera y superar un año muy difícil en todos los sentidos. El segundo encuentro será en Melilla, otro partido muy complicado ya que tocará enfrentarse al primero del grupo. A partir de ahí tocará jugar contra el Villarrobledo, otro choque clave porque después afrontará dos partidos lejos de su estadio, frente al Socuéllamos y al Villarrubia.
El equipo de Troya finalizará este maratón de ocho partidos en el Municipal de sa Pobla, un factor siempre importante y que puede ser definitivo dependiendo de cómo transcurra la competición.
El grupo azulgrana ha ido de menos a más durante la primera fase, madurando su fútbol y ganando siempre presencia en el juego. Sin embargo, no le alcanzó para evitar esta fase a cara o cruz, pero lo cierto es que lo hace consciente de que su fútbol puede llevarle al éxito.
Al igual que el Atlètic Baleares, el Poblense tampoco puede permitirse el lujo de fallar más de la cuenta porque en caso de hacerlo las opciones que ahora tiene irán disminuyendo de forma importante. Hay que ir a por todas desde el primero hasta seguramente el útimo partido.