Pep Lluís Martí vive sus horas más complicadas en el banquillo del Leganés, hasta el punto de que podría ser despedido en las próximas horas. La reciente derrota ante Las Palmas (2-1) ha prolongada la dinámica negativa del conjunto madrileño, que sólo ha sumado 6 de los últimos 21 puntos que ha disputado.
El Leganés, que aparecía en casi todas las listas de candidados al ascenso, está siendo víctima de su propia irregularidad, una circunstancia que incluso está poniendo en duda su presencia en la zona playoff.
Martí, exjugador del RCD Mallorca, arrancó su etapa como entrenador en Tenerife, donde llegó en noviembre de 2015 para sustituir a Raúl Agné. El conjunto canario experimentó una notable mejoría con Martí, que se ganó a pulso su renovación. Las cosas no rodaron bien en su segunda temporada. El Tenerife decidió prescindir de sus servicios en febrero de 2018 con el equipo en la decimotercera posicisión.
Con la temporada 2018/19 en marcha, fue el Deportivo quien reclamó sus servicios. Martí estuvo a punto de devolver al cuadro gallego a Primera División, pero perdió la eliminatoria decisiva ante el Mallorca. Tras su aventura en A Coruña, el preparador balear acabó aterrizando en Girona para suplir al destituido Juan Carlos Unzué.
En el conjunto de Montilivi, Martí tampoco acabó cumpliendo con las expectativas del club, que decidió echarlo en plena travesía con un balance de 9 victorias, 8 empates y 6 derrotas. Esta temporada ha sido el Leganés quien apostó por el mallorquín, aunque sus actuales registros (10 partidos ganados, 4 empates y 7 derrotas) le han puesto de nuevo en tela de juicio.