Miquel Bestard arranca la cuarta legislatura al frente de la FFIB haciendo frente a una crisis sanitaria que además de detener el fútbol ha obligado a llevar a cabo una reestructuración de muchas de las categorías. El máximo responsable de la Federació, que supera las 30.000 fichas entre jugadores, técnicos, árbitros y delegados, analiza este atípico 2020.
¿Ha sido el peor año que usted recuerda desde que está vinculado al fútbol?
— Ha sido terrible, es imposible pasar otro tan malo. Desde marzo ha sido un verdadero drama, sobre todo por la salud y las situaciones que se han vivido en muchas familias. Desde el punto de vista deportivo ha sido un punto de inflexión porque nos ha obligado a ir solucionando problemas muy graves sobre la marcha en todo momento.
¿Les ha puesto a prueba esta pandemia?
— Ha sido una situación atípica en todos los sentidos. Como he dicho el primer drama era la salud de las personas, eso es lo más importante, después el drama deportivo de tener que parar el fútbol. Yo no lo había visto nunca y parar el fútbol nos rompió todos los esquemas, pero el fútbol ha demostrado su fuerza en esta pandemia y pudimos llevar a cabo los playoff para reorganizar después el nuevo fútbol. No fue fácil, pero lo conseguimos. Eso nos dio fuerza e ilusión de cara a la temporada siguiente.
¿Ha sido difícil alternar seguridad sanitaria con esa necesidad de organizar el fútbol?
— Ha sido muy complejo, pero siempre hemos puesto por delante la salud atendiendo a las directrices marcadas por las autoridades. Lo que peor llevo es que los niños pequeños, que están acostumbrados a jugar a fútbol, no pueden ni competir y ni tan siquiera entrenar. Eso, dentro de una situación de incertidumbre en el deporte, es lo que peor llevo, que los más pequeños no puedan seguir sus rutinas semanales de fútbol y entrenamientos.
Como todos los estamentos es de imaginar que el fútbol espera la vacuna como la gran solución a los graves problemas que ahora tienen imposible solución.
— Estoy convencido de que es así. Yo soy una persona mayor y ya estoy apuntado para recibirla, si soy el primero no pasa nada, en esta situación no podemos seguir y hay que creer en la ciencia y ser coherentes y vacunarnos. La vacuna es una de las pocas salidas que nos quedan.
Gestiona 30.000 fichas, es decir, 30.000 personas que están a la expectativa de sus decisiones. ¿Eso cómo se lleva?
— Con mucha responsabilidad y por momentos lo he pasado mal por eso que usted dice, porque hay una gran responsabilidad en todo lo que hacemos y decidimos, pero hay que hacer cosas y tomar decisiones y esta crisis sanitaria nos ha puesto a prueba. La RFEF nos dio seguridad para poder seguir gracias a la test que nos hizo llegar. Hay algún momento en que se da algún positivo y se tienen que suspender los partidos, pero en general el fútbol ha podido seguir.
¿La nueva ola ha trastocado de nuevo sus planes?
— Nosotros incidimos directamente en Segunda B, Tercera, Juveniles, fútbol sala nacional y femenino nacional. Tenemos las competencias a medias y se ha podido competir. Habíamos arrancado de infantiles hacia regional y esta nueva ola ha parado de nuevo la competición. Es una situación atípica, pero hay margen de maniobra por las fechas en las que nos encontramos. Si la interrupción se prolonga hay que ver qué pasará.
¿Cuál es su mensaje en estos tiempos donde el virus todavía no se ha erradicado?
— Pido a todos que seamos prudentes y que atiendan a las recomendaciones sanitarias. Hay que ser responsables para intentar recuperar la competición el día diez. Es muy importante volver a jugar de cara a la salud, para sentirnos más cómodos y poder seguir con nuestra rutina deportiva. Es importantísimo que los más pequeños, alevines, benjamines y prebenjamines puedan volver a competir. Tengo llamadas constantes de padres y madres que quieren que sus hijos jueguen, pero hay unas normas a seguir. En mi opinión el fútbol ayuda más que perjudica en esta crisis sanitaria.
¿Está satisfecho de la respuesta de la FFIB a los problemas que se han ido derivando de esta crisis?
— Estoy orgulloso del personal de la Federación y de su forma de trabajar. Además hemos conseguido no aplicar un ERTE. Siempre en mi trabajo he sido muy responsable y sabía que dejar a una persona sin trabajar era un drama que se tenía que evitar y aquí lo hemos conseguido. También quiero dar las gracias a las instituciones por mantener su apoyo, al igual que a la RFEF. Hemos podido seguir adelante y mantener la organización en un tiempo muy complicado.
Al margen de la pandemia, ¿qué significó para usted ser presidente en funciones de la Junta Gestora de la Española el tiempo de periodo electoral?
— Estoy muy orgulloso porque yo soy una persona muy sencilla y eso fue importante. Eso no me lo esperaba, ni pasó por mi cabeza, pero el presidente me lo propuso y el comité electoral dio el OK. Creo que eso es importante para nuestro fútbol porque no vamos a Madrid por ir, si no para poder ayudar al fútbol de las Illes Balears. Fue una fase de mucho trabajo cada día, muchísimo, un año no lo aguanto, pero un mes pude sacarlo adelante.
¿Cómo afronta su quinta legislatura?
— Con la misma ilusión que siempre y sobre todo con la satisfacción de ver que el fútbol balear sigue apoyándome. Si hubiera visto rechazo me voy, no le quepa la menor duda porque ya tengo edad para dejarlo. Siempre he sido una persona que ha querido ayudar y colaborar y la gente del fútbol me ha devuelto su confianza. No es fácil ser presidente, tenemos una asamblea de clubes que son casi 280 y hay que tener un 25% de apoyos para presentarte y eso no es fácil y yo estoy muy satisfecho porque conseguí el cien por cien, prácticamente todos me dieron su apoyo.
El presidente de la Española Luis Rubiales ha demostrado tener mucha confianza en usted nombrándole vicepresidente.
— Estoy contento por la confianza depositada y sobre todo porque es una persona que escucha mucho y respeta mi opinión porque sabe que la fundamento desde la experiencia. Ha atendido muchas de mis propuestas y al confirmarse su renovación, agradeció nuestra gestión y eso me tocó la fibra. También hay otras instituciones como la Policía Nacional que también me ha agradecido el trato. Nosotros siempre estamos en deuda con las fuerzas de seguridad.
La pandemia ha obligado a reestructurar las categorías. ¿Cómo analiza esta situación?
— Es un cambio complicadísimo, sobre todo lo de Segunda B. Hace dos años se analizó el cambio, pero no se llevó a cabo y ahora se ha puesto en funcionamiento. Creo que se sacará adelante y será positivo para el fútbol semiprofesional. Estas cosas cuando llevan tanto tiempo necesitan modificaciones, lo veía complicado y lo veo, pero será positivo para el fútbol y para los equipos de nuestra comunicad. Hay equipos como el Atlético Baleares o el Ibiza a los que la Segunda B se le queda corta sin olvidar a la Penya y al Poblense. La Tercera también saldrá reforzada y sobre todo es importante que hay opciones de equipos que puedan ascender.
La pandemia hizo imposible la celebración de la Gran Gala del Fútbol Balear y por lo tanto la entrega de galardones, Botas de Oro y otras distinciones. ¿Qué planes tiene al respecto?
— Nosotros ya acordamos en Junta Directiva hace meses no hacer ningún tipo de acto, era imposible, no era oportuno. Tampoco llevamos a cabo ningún acto navideño. Lo que sí acordamos fue entregar las Botas de Oro, también las distinciones a dos personas importantes como son Virgina Torrecilla y Rubén Nova, entregaremos igualmente los diplomas a los equipos campeones, pero no de forma conjunta y haremos las entregas individualmente. Las Botas las entregaremos en un recinto determinado, cumpliendo las normativas en petit comité, pero que se pueda retransmitir.
¿Qué espera del año 2021?
— Que sea infinitamente mejor que el 2020. Hemos vivido situaciones en nuestras familias, entre nuestras amistades que nos han dejado muy tocados. Gente que ha fallecido, que está en el hospital sin poder recibir visitas, sin poder ver ni estar con los nuestros. Ha sido tan dramático todo que solo espero que esto no se vuelva a repetir. El trabajo de los sanitarios ha sido increíble y ahora tenemos que hacer una esfuerzo y ser responsables para no volver a vivir lo que ya hemos vivido. El fútbol es importante, pero la salud está por encima de todo.
¿Y en relación al fútbol?
— Sinceramente ahora mi gran ilusión es volver también a la normalidad en el fútbol. Parece mentira que antes fuera normal entrenar cada día, viajar entre localidades, utilizar un vestuario y jugar los fines de semana. Era tan normal y nos hacía tan felices que no valorábamos lo que teníamos. Ahora nuestra consideración ha cambiado y esas cosas tan sencillas tienen un valor enorme. Vamos a volver a poner el fútbol en marcha y con el paso del tiempo seguiremos llevando a cabo actuaciones deportiva y sociales. La Federació es un elemento integrador en nuestra sociedad que va más allá del fútbol y vamos a seguir en esta línea cuando se pueda, que espero que sea pronto.
Nueva legislatura
Miquel Bestard ha iniciado este curso su quinto mandato al frente de la FFIB. Desde 2004 hasta ahora el organismo que él preside ha cambiado radicalmente, adaptándose a los nuevos tiempos, informatizando los servicios y abriéndose a la sociedad. Cada final de legislatura el fútbol balear le ha otorgado de nuevo su confianza y el mandatario ha seguido trabajando por y para el balompié de las Illes. Con Villar en sus primeros años y ahora con Rubiales, Bestard es un referente en Madrid y este 2020 le ha permitido incluso ocupar el cargo de presidente en funciones de la gestora. Vicepresidente de la Española, Miquel Bestard se ha convertido en un directivo muy bien valorado en nuestra Isla y fuera de ella. Su voz en Madrid es escuchada y así seguirá siendo en esta quinta legislatura.