El Real Madrid ganó este sábado al Espanyol (2-0) en un partido en el que vistió de verde a pesar de jugar de local, en apoyo a la cumbre del clima que se está celebrando en Madrid, y suma ya nueve encuentros sin conocer la derrota: ganó sin sufrir y será, como mínimo, colíder una semana más antes de afrontar una difícil salida a Mestalla.
El abismo de distancia en el estado anímico de ambos equipos se notó desde el pitido inicial. El Madrid se hizo dueño del balón ante un Espanyol que no podía presionar en bloque y defendió con los once futbolistas en campo propio. Un planteamiento ante el que los de Zidane respondieron tirando desde fuera y con un Vinicius que no dejó de encarar al defensor que se le pusiera por delante.
El brasileño se tomó el partido como una reválida, aunque su exceso de ímpetu estuvo a punto de pasarle factura ya que tras haber sido sancionado con una amarilla en el minuto 17 pudo ver la segunda en el m.40 en una entrada sobre David López, aunque el colegiado Jaime Latre no le volvió a amonestar al considerar que la acción fue fruto de un resbalón.
‘Vini' no era titular desde el pasado 19 de octubre contra el Mallorca, en la última derrota del Madrid, y desde entonces solo había tenido 43 minutos y había visto cuatro partidos desde la grada. La lesión de Hazard, al que se le detectó una fisura en la pierna ya lesionada- le abrió las puertas de cara a un mes clave. El extremo volvió a dejar acciones en el uno contra uno como las que levantaron al público del Bernabéu la temporada pasada, pero volvió a fallar de cara a portería: 4 disparos, cero goles. Aún está verde.
El partido era para los jóvenes y Valverde y Rodrygo se encargaron de poner a prueba a Diego López con tres disparos lejanos. Tras un saque de esquina provocado por un tiro del uruguayo el Madrid logró inaugurar el luminoso. El córner no generó peligro, pero la jugada continuó y Varane creyó en ella hasta el final, lo que le permitió estrenarse como goleador esta temporada, definiendo cruzado con la zurda, con una clase digna de delantero, ante un Diego López que claudicó al quinto disparo entre los tres palos.
Minuto 38 y los locales lograron trasladar la tranquilidad que reinaba sobre el césped en el marcador, ya que el Espanyol únicamente puso a prueba a Courtois en la primera mitad con un cabezazo de Granero en el segundo palo que este despejó con solvencia.
El descanso sirvió para activar al Espanyol, que intentó establecerse en campo rival con el balón y presionó más arriba la salida del Madrid. Nada más reanudarse el partido, Calleri ya se relamía pensando en un mano a mano, pero Casemiro llegó desde atrás para arrebatarle el balón.
Aunque esta valentía conlleva riesgos y Benzema estuvo a punto de hacérselo pagar en el minuto 52 en un contragolpe que no acertó a definir con la zurda ante un Diego López que seguía manteniendo con vida a los suyos en el que fue su estadio durante cuatro temporadas.
El cambio de plan del conjunto catalán hizo que aumentase el ritmo del partido y las imprecisiones; la tranquilidad local se convirtió en incertidumbre en la grada por lo corto del resultado a pesar de que el Espanyol tan solo hizo trabajar a Courtois con un disparo lejano de Marc Roca en el minuto 76 que no conllevó peligro.
Unas dudas que se encargó de despejar el de siempre, Benzema. El francés culminó una gran conducción de Valverde, llegando hasta línea de fondo, en el m.79 enterrando las esperanzas de los visitantes. Decimoquinto tanto del ‘9' esta temporada, 11 en LaLiga Santander.
Los últimos diez minutos parecían presentarse plácidos para el Madrid, pero Zidane sumó otra preocupación más a las lesiones tras la expulsión de Mendy en el m.82 por doble amarilla que le hace quedarse sin laterales izquierdos -por lesión de Marcelo- para la siempre difícil visita a Mestalla del próximo domingo a la que, mínimo, el Madrid llegará colíder a la espera de lo que haga el Barcelona en el Camp Nou frente al Mallorca.