LaLiga confirmó este jueves que va a ejercitar las acciones judiciales y administrativas pertinentes, ante los órganos competentes, sin solicitar medidas cautelares, contra la decisión del Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) de fijar el 18 de diciembre como fecha del Clásico aplazado por la situación en Cataluña.
En un comunicado, LaLiga aseguró que esta decisión causa «un daño irreparable al fútbol español», por lo que «en defensa de los derechos de los clubes y SADs afiliados exigirá las responsabilidades que en Derecho corresponda a las instituciones y personas intervinientes en la misma».
Tras recordar que fue de ella de quien partió la iniciativa de que el partido no se jugara el sábado 26 de octubre, ante la «grave situación de orden público en que se encontraba Cataluña», la patronal explicó los motivos por los que no comparte la decisión del Comité de Competición, como el hecho de que la primera fecha material en la que ambos clubes pueden jugar el partido es el 4 de diciembre y no el 18.
«A diferencia de lo que sostiene el Comité, sí existe un procedimiento específico para la fijación de un partido aplazado: fijarlo en la primera fecha materialmente disponible», señaló LaLliga, en alusión a las Bases de Competición de Primera y Segunda (art. 4.2.3).
Tampoco comparte LaLiga que sean los clubes los que tengan que acordar la fecha, ya que «no hay ninguna norma, ni de Derecho Público, ni federativa, ni de la Liga», que así lo establezca tras la suspensión de un encuentro por causas excepcionales.
«No es razonable, ni legal (de acuerdo con lo dispuesto en el Real-Decreto ley 5/2015, que confiere a LaLiga la función de precisar la fecha y horario de celebración de cada uno de los eventos comercializados) privar a LaLiga de una facultad tan importante para la comercialización de los derechos audiovisuales como la fijación de la fecha de los partidos de las competiciones que comercializa y organiza», argumenta.
El texto incide en que aún menos «cuando ese partido es un Clásico y la comercialización conjunta, con sus beneficios y sus daños y perjuicios, afecta a todos los clubes de la competición profesional».
Otro de los motivos para su rechazo se debe a que la decisión de Competición «supone una infracción del Convenio de Coordinación recientemente firmado entre LaLiga y la RFEF», ya que la modificación no se debe a «motivos disciplinarios».
«Sorprende que el Comité haya accedido a la petición de los dos clubes de fijar la fecha de disputa del Clásico el 18 de diciembre, cuando el calendario pactado con la RFEF (tras una larga negociación) señala el 18 de diciembre como Jornada de la Copa del Rey, no pudiéndose poner ninguna jornada de Liga en la misma; lo que es aún más sorprendente al existir otra fecha, anterior, disponible para la disputa del partido aplazado (el 4 de diciembre) y que ambas partes, LaLiga y la RFEF, decidieron dejar disponible expresamente para la disputa de cualquier partido aplazado o suspendido de la primera vuelta del campeonato liguero», agrega.
LaLiga justificó su motivo para no pedir medidas cautelares, «ya que el tiempo procesal de la tramitación de las mismas generaría una incertidumbre en los aficionados de España y de todo el mundo», que disfrutan la competición «a través de más de cien operadores de televisión nacionales e internacionales en más de ciento ochenta países, como consecuencia de posponer en el tiempo, aún más, la fecha segura de la celebración de este partido emblema de LaLiga».