Dos de los favoritos a la conquista de la Liga de Campeones, París Saint-Germain y Real Madrid, inician la búsqueda de la corona protagonizando un duelo de gigantes en el Parque de los Príncipes, con un duro examen inicial a dos grandes proyectos marcado por las ausencias.
El duelo de altura perderá empaque sin futbolistas como Sergio Ramos, Luka Modric o Isco en el Real Madrid y sin el tridente de oro que logró mantener tras un verano de incertidumbre en el PSG, Neymar-Mbappé-Cavani, pero se presenta como un escenario perfecto para ganar autoridad en Europa y como impulso anímico.
La continuidad en buenos resultados y mantener un nivel de juego es lo que necesita el equipo de Zinedine Zidane. No quiere repetir su irregular inicio en Liga y marca en rojo una semana grande con París y Sevilla, como ciudades para cambiar el rumbo definitivamente y volver a ilusionar al madridismo.
Buena parte de la responsabilidad recae al nuevo referente blanco, el belga Eden Hazard que debutará como titular ante el PSG. Formará en un tridente que se encuentra por primera vez, junto al galés Gareth Bale y el francés Karim Benzema. Tres futbolistas en el momento álgido de su carrera que deben devolver al Real Madrid a la senda de los títulos perdida la pasada temporada.
París será un examen a nuevos jugadores en la casa blanca. Sin los sancionados Sergio Ramos y Nacho Fernández, más la lesión de Marcelo, la defensa queda con lo justo para Zidane. Dará la alternativa al brasileño Militao en el centro de la defensa y al francés Ferland Mendy en el lateral izquierdo.
No mejora el panorama en el centro del campo con las bajas de Fede Valverde, Luka Modric, Isco y Marco Asensio. Con lo justo que queda en la primera plantilla jugará el Real Madrid en una medular con Casemiro, Toni Kroos y un James renacido que pasa de ser un descarte a titular con continuidad y buen rendimiento.
El Real Madrid vuelve a cruzarse en el camino del París Saint-Germain, aunque demasiado pronto para que el duelo sea definitivo. A orillas del Sena se percibe más como un test para conocer si el crecimiento del club es auténtico y pocos exámenes son mejores para ello que el conjunto blanco.
Ausente por sanción del brasileño Neymar, el morbo estará en la portería, donde el costarricense Keylor Navas defenderá los palos opuestos al que ha sido su equipo en las últimas cinco campañas. Mismo camino para el francés Alphonse Areola, que regresa a casa pero iniciará el partido en el banquillo madridista.
Los franceses se presentan sin ninguno de los componentes de su temible tridente, porque a la baja de Neymar se suman las del francés Kylian Mbappé, lesionado, y el uruguayo Edinson Cavani todavía un poco justo tras un problema físico.
Nada que ver con el equipo que hace dos años cayó ante el Real Madrid en el Parque de los Príncipes. Entonces en octavos de final, un equipo indolente al que de nada le sirvieron ni Mbappé ni Cavani, porque Neymar tampoco compareció por lesión. Al PSG casi le viene bien afrontar tan pronto un rival de la entidad de los merengues, porque las consecuencias pueden ser mejores y porque no aguardan ahora un Madrid tan armado como el que se presume en primavera.
El técnico alemán, Thomas Tuchel, tendrá que componer una delantera de circunstancias, con la duda si alineará en la punta al recién llegado argentino Marco Icardi, con pocos entrenamientos en sus piernas tras la larga ausencia con el Inter de Milán, o volverá a confiar en el camerunés Eric Maxim Choupo-Moting. A su lado parece más asentado que estarán el argentino Ángel di María, que volverá a medirse a sus compañeros, y el español Pablo Sarabia, que da puntos en cada duelo que disputa.
Su compatriota Ander Herrera también apunta al once inicial en un centro del campo en el que acompañará al italiano Marco Verratti y al senegalés Idrissa Gueye. Un tercer español estará en la defensa, Juan Bernat en la banda izquierda, con los brasileños Marquinhos y Thiago Silva en el centro de la zaga y el belga Thomas Meunier en la derecha.