La Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes ha sancionado por primera vez a dos espectadores de un partido de fútbol con 300 euros por una agresión en las gradas del Campo de Fútbol Municipal de Santa Eulària, en Ibiza.
Los hechos ocurrieron el pasado 11 de mayo tras la finalización de un partido de fútbol de la categoría juvenil y, según las diligencias policiales, los denunciados discutieron y se pelearon provocándose el uno al otro lesiones leves, ha informado este miércoles el ejecutivo balear en un comunicado.
Los hechos, según la Conselleria, son calificados provisionalmente como una infracción leve, prevista en el artículo 121 de la Ley 14/2006 de 17 de octubre del deporte de las Islas Baleares, que prevé multas desde 60,1 euros hasta los 601,01 euros.
En este caso, la sanción prevista se ha fijado en 300 euros, de acuerdo con el principio de proporcionalidad y dados los criterios y las circunstancias que concurren, como son la participación activa en una riña y pelea dentro del recinto deportivo, agredir y ocasionar lesiones a otra persona, comportamiento agresivo para la convivencia y la seguridad, necesidad de prevenir y erradicar este tipo de conductas violentas y situación de riesgo o peligro para el público, ya que el incidente ocurrió una vez terminado el partido.
Desde la Conselleria recuerdan que se trata de la segunda denuncia tramitada en los tres meses que lleva activa la Comisión contra la Violencia en el Deporte en las Islas Baleares, que se puso en marcha el pasado mes de abril.
La primera sanción se interpuso en mayo a raíz de la denuncia instruida por la Policía Local de Algaida. En este caso los hechos ocurrieron durante el partido de fútbol que enfrentaba a los equipos de Algaida y de Santa Ponça de la categoría de Primera Regional de Mallorca, cuando un espectador insultó y amenazó al árbitro del partido.
Mientras que la sanción al campo de fútbol de Algaida era por agresión verbal; la del Campo de Santa Eulària es la primera por agresión física.
Con estos procedimientos sancionadores, el Govern pretende reducir los comportamientos antideportivos que se producen en las gradas durante los eventos deportivos