Frustrado por cuatro paradas de Raúl Gudiño, el portero del Chivas Guadalajara, el Atlético de Madrid necesitó la tanda de penaltis para ganar un partido que mereció vencer mucho antes, con 11 jugadores y con 10, cuando fue expulsado Marcos Llorente, y sin conceder ninguna ocasión al rival.
Ni siquiera en la media hora que jugó en inferioridad numérica, del minuto 25 al 55, cuando la doble amarilla a Villanueva reequilibró los efectivos, sufrió el conjunto madrileño, mejor sobre el papel y sobre el césped que su rival, sostenido por las oportunas irrupciones de su guardameta hasta la serie desde los once metros.
Aún en su segundo encuentro amistoso, tras el 3-0 del pasado sábado al Numancia, Simeone insiste en una idea bastante definida de su once, con sólo un cambio de un partido a otro: Víctor Machín, 'Vitolo', por Joao Félix, que ni siquiera entró en la convocatoria, aún 'tocado' por el golpe en la cadera de su debut hace tres días.
La titularidad este curso no será nada sencilla ni siquiera para él, fichado al Benfica por 126 millones de euros, dentro de la competencia que ha generado el Atlético con una plantilla de tanta dimensión, más aún si llega finalmente Jamés Rodríguez, pero también si no llega, porque Vitolo y Lemar desbordan hoy calidad y ambición.
Dos hombres bajo la duda por su última temporada, pero cuyas cualidades no admiten discrepancia. Los dos tienen unas virtudes que muchos otros anhelan. La pregunta es si lograrán explotarlas por fin de rojiblanco esta temporada. Lemar decepcionó la pasada campaña. A Vitolo le ha faltado aún constancia, continuidad y determinación.
El extremo canario la demostró por momentos en el pasado, aunque sus ocasiones en el once de Simeone en año y medio en el club han sido contadas, y lo hace de nuevo ahora intensamente en esta pretemporada. En cada entrenamiento, en el partido con el Numancia y en el encuentro de este miércoles frente al Chivas Guadalajara.
De la verticalidad de Vitolo y la participación de Lemar disfrutó el Atlético de sus mejores transiciones y sus mejores oportunidades en la puesta en escena en el partido. Ahí acumuló opciones suficientes para haber ganado el duelo. Pero le falló la pegada y, a la vez, se cruzaron entre él y el gol las paradas de Raúl Gudiño.
El conjunto rojiblanco no ganó el choque por el guardameta rival. Sin matices. Sin él, el zurdazo de Lemar desde el borde del área, la definición de Morata, tras un pase de Vitolo, o el derechazo de Saúl, en un balón suelto, habrían sido gol. Con él, sólo fueron unas cuantas ocasiones sin más antes de un contratiempo inesperado.
Porque, mientras el partido transitaba dentro de lo previsto, un instante alteró el encuentro para él: la expulsión de Marcos Llorente. El Atlético está en rodaje y eso se nota en determinadas acciones. Más cuando el adversario ya ha comenzado su Liga -perdió 3-0 en la primera cita del torneo mexicano con el Santos Laguna-.
Probablemente, dentro de un mes la jugada habría terminado en nada, con el balón en su poder y sin ningún sobresalto, pero hoy no. El medio centro era el último hombre, la acomodó con la cabeza, pero también le intuyó tal confianza Alexis Vega, que ganó la pugna, el balón y la ventaja hasta que fue derribado por él. Tarjeta roja. Fuera del partido... Y del derbi del sábado, porque supone sanción.
¿Un exceso de confianza, un lapsus de inocencia, una circunstancia más de la pretemporada...? Sea lo que sea, el Atlético se quedó en inferioridad numérica a los 25 minutos; más sensible para él en cuanto a su desempeño ofensivo que en cuanto a su fiabilidad defensiva, casi inabordable para el inofensivo Chivas.
No sintió ninguna amenaza en todo el partido el equipo de Diego Simeone, que removió todo su once titular para el segundo tiempo (Koke se estrenó esta pretemporada con 23 minutos de juego tras unas molestias; Correa, cuyo futuro apunta a Milán, jugó una parte entera y el mallorquín Toni Moya mostró sus cualidades) y que de pronto, aún controlador incluso con diez, asistió el reequilibrio numérico, por la expulsión de Villanueva por doble amarilla. Era el minuto 55.
Uno después, Raúl Gudiño voló para repeler la ajustada falta directa de Koke; la cuarta parada decisiva del guardameta, el motivo por el que el equipo español no venció este miércoles al Chivas Guadalajara antes de los lanzamientos de penalti. Ahí ya sí ganó con un determinante Antonio Adán, capaz de detener dos penas máximas.
Chivas Guadalajara: Gudiño; Van Rankin, Carlos Villanueva, Briseño, Alanís (Isaac Brizuela, m. 59), Ponce; López (José de Jesús González, m. 59), Villalpando (Fernando Beltrán, m. 73), Alan Cervantes; Oribe Peralta (César Huerta, m. 73) y Alexis Vega (Jesús Molina, m. 59).
Atlético de Madrid: Jan Oblak (Adán, m. 46); Trippier (Carlos Isaac, m. 46), Savic (Felipe, m. 46), Hermoso (Montero, m. 46), Lodi (Manu Sánchez, m. 46); Vitolo (Sanabria, m. 46), Marcos Llorente, Saúl (Herrera, m. 46), Lemar (Toni Moya, m. 46); Morata (Koke, m. 46 (Saponjic, m. 69)) y Diego Costa (Correa, m. 46).
Penaltis: 0-1: Correa, gol. 1-1: Ponce, gol. 1-2: Héctor Herrera, gol. 2-2: Briseño, gol. 2-2: Saponjic, para Raúl Gudiño. 3-2: González, gol. 3-3: Felipe, gol. 3-4: Huerta, gol. 4-4: Toni Moya, gol. 4-4: Beltrán, para Adán. 4-5: Sanabria, gol. 4-5: , para Adán.
Árbitro: Baldomero Toledo (Estados Unidos). Expulsó a Marcos Llorente, del Atlético de Madrid, con tarjeta roja, en el minuto 25 y por doble amarilla a Villanueva, del Chivas, en el minuto 55. Diego Costa (m. 15) y Toni Moya (m. 74), por el Atlético de Madrid, y Villalpando (m. 15), por el Chivas Guadalajara, fueron amonestados con tarjeta amarilla.