Una pelea entre padres, que acabaron a cabezazos ante niños de seis y siete años, ha obligado a suspender un partido que enfrentaba este domingo en Pontevedra a los equipos AJ Lérez y la EFB Moañesa de categoría prebenjamín.
El árbitro del encuentro, Alexander Vázquez Castro, reflejó en el acta cómo en el minuto 20 del partido observó que aficionados de ambos equipos, «casi en su totalidad madres y padres» de los jugadores, se enzarzaron en una discusión.
Testigos presenciales aseguran que la discusión se inició ante la negativa de una madre del equipo visitante, que estaba de pie junto al terreno de juego, a sentarse para permitir ver al público que estaba en la grada.
La disputa fue «subiendo de tono», según el colegiado, hasta que se convirtió en una pelea en la que tuvieron que intervenir las fuerzas del orden.
La suspensión del partido, que se disputaba en los campos de fútbol 8 de A Xunqueira, se decidió, recoge el acta arbitral, «ante la gravedad de los hechos y la corta edad de los jugadores», determinación con la que estuvieron conformes los directivos de ambos equipos.
Este incidente provocó varias agresiones y, al menos, una persona fue atendida por sus heridas.
Tras este violento episodio, la Real Federación Gallega de Fútbol ha expresado su condena a «todo tipo de violencia, física o verbal», que se produce en los campos de fútbol y defiende que trabaja «para poder solucionar este problema».
El ente federativo se reunirá esta tarde en Santiago de Compostela para tratar, entre otros asuntos, la violencia en los partidos y lo que entiende como una «preocupante» actitud de los padres y las madres de los jugadores de base.