Aunque una lesión le impide brillar en el terreno de juego, Neymar da todavía mucho que hablar fuera de los campos de fútbol. Su supuesto coqueteo en el carnaval de Río con la cantante brasileña Anitta en las narices de su ex, Bruna Marquezine, ha levantado polvareda.
A pocas horas de que embarque hacia París para reintegrarse en el PSG después de casi dos semanas de estancia en Brasil, adonde viajó para recuperarse de una lesión en el quinto metatarso, el jugador más caro del mundo se despidió de su país natal a lo grande.
Con gorra oscura y uniformado con la camiseta azul que representa a su camarote del sambódromo de Río de Janeiro, el futbolista repartió abrazos y sonrisas en medio del tumulto y se dejó fotografiar por la cantante Anitta a pocos metros de su ex Marquezine, con la que acabó el año pasado.
Según relata la prensa brasileña, a la antigua pareja de Neymar no le hizo gracia la situación. Misteriosamente, su Instagram amaneció desactivado este martes.
Marquezine, una de los rostros más famosos de Brasil, y Anitta, considerada la reina del pop en su país, se disputan también el liderato en las redes sociales. En Instagram, la cantante cuenta con 35,5 millones -la mujer más seguida del gigante sudamericano-, mientras que la intérprete se queda en los 34,4. Las dos lejos de los 111 millones Neymar.
El entorno del delantero, de 27 años, y la propia Anitta, de 25, han negado el romance. No obstante, según el canal UOL, las dos celebridades brasileñas se intercambiaron besos en su exclusivo camarote.
«Soy amiga de Neymar hace muchos, muchos años. Si van a inventar que tuve algo con él, que no tuve, desgraciadamente no tuve nada con nadie», explicó en un vídeo colgado en las redes sociales la cantante, quien dijo no ser amiga de Marquezine, a pesar de haber coincidido con ella en varias ocasiones.
Tanto Anitta como el futbolista también coincidieron el fin de semana en el tradicional carnaval de Salvador -a unas dos horas en avión de Río-. En Salvador, el capitán de la selección pentacampeona del mundo se ganó algunas críticas por atreverse a bailar poco después de haber abandonado las muletas.
Neymar, por el que el PSG pagó 222 millones de euros (196 millones de dólares), obtuvo el pasado 21 de febrero el permiso del club francés para proseguir su recuperación de la lesión que se produjo en el quinto metatarsiano, en la misma parte del pie derecho que se había lastimado en 2018 y que le tuvo en el dique seco unos tres meses.
En su estancia en la casa de playa que tiene en Mangaratiba, balneario en el litoral sur de Río de Janeiro, ha estado rodeado de amigos y familia.
Entre otras personalidades, recibió en su mansión bañada por el Atlántico a una leyenda del fútbol brasileño, Ronaldo Nazário, actual propietario del Valladolid. Una vez finalizado el carnaval, Neymar se dispone a regresar a la capital francesa.
Su primer compromiso será este miércoles, cuando se espera que sea uno de los espectadores de lujo del partido entre el PSG y el Manchester United, correspondiente a los octavos de final de la Liga de Campeones. Después, proseguirá con su plan de recuperación que prevé su vuelta a los campos a mediados de abril.