El entrenador de la Arandina C.F., Javier Álvarez De los Mozos, insultó y amenazó a un informador de Radio Aranda (SER) antes de la rueda de prensa posterior al partido que el equipo burgalés ganó este fin de semana a la UD Santa Marta (3-0), y que le sitúa como líder del Grupo VIII de la Tercera División.
La polémica se remonta dos días atrás, cuando el entrenador acusó a los medios de información que a diario siguen la actualidad de la Arandina de estar «muy cómodos removiendo el fango y la mierda por un plato de lentejas», tras ser preguntado por el fichaje de Rodri Flórez, quien aparece en las diligencias de la supuesta agresión sexual contra una menor ocurrida hace un año por parte de tres exjugadores del equipo.
La incorporación del futbolista, quien en su día defendió públicamente a los encausados por este caso,con quienes compartía amistad, levantó un revuelo en la ciudad y el entrenador acusó entonces a los medios de información de fomentarlo mediante un comportamiento del que dijo que rozaba «lo delictivo».
El pasado sábado, los periodistas emitieron un comunicado dirigido al club para que el técnico rectificara sus palabras, sin embargo, cuando el informador de Radio Aranda preguntó al responsable de medios del club sobre el mismo, Álvarez de los Mozos arremetió contra él y le insultó y amenazó gravemente.
Esta situación, según las mismas fuentes, fue seguida por insultos hacia el resto de periodistas allí presentes cuando ayer, al término del partido, decidieron abandonar la sala al no existir rectificación alguna.
Los insultos, según Radio Aranda, fueron justificados por algunos miembros del club considerando la actitud de los informadores de «provocadora». La tensión en el entorno del club se mantiene hasta este lunes, ya que han aparecido unas pintadas en el estadio El Montecillo, de Aranda de Duero (Burgos), en las que se insulta, amenaza y se pide la dimisión de De los Mozos como técnico del equipo, cuya directiva se reunirá hoy mismo para abordar este y otros asuntos.
El entrenador ya fue noticia hace unos meses al ser expulsado de un encuentro que enfrentaba a su equipo contra el Real Ávila, durante el cual esgrimió insultos y amenazas contra el árbitro, lo cual supuso una sanción de siete partidos y 135 euros de multa.