Un par de acciones de Thomas Lemar dieron la victoria al Atlético de Madrid, que ganó 0-2 al Getafe en un partido soporífero en el que el extremo francés, con dos chispazos, volvió a dar tres puntos a su equipo después del pinchazo frente al Eibar del pasado fin de semana.
El ex jugador del Mónaco provocó el primer tanto en propia meta del portero David Soria y después sentenció en la segunda parte tras finalizar una buena jugada coral del Atlético, una de las pocas en una tarde calurosa en la que los hombres de Simeone ganaron sin convencer.
Desde que el técnico argentino está en el banquillo del conjunto rojiblanco, los duelos del Coliseum a lo largo de las temporadas son un auténtico calco. El guión, siempre se ha repetido: dominio inicial del Atlético, gol colchonero y todos a aburrir al personal. Con esa fórmula, el Getafe se plantó el día del partido sin ganar jamás a Simeone. Y, además, con un 26 goles encajados y ningún acierto.
En esta ocasión, el Atlético necesitaba ganar sí o sí. Antes del pitido inicial, estaba a siete puntos del líder, el Barcelona. No se podía permitir más tropiezos como el de la semana pasada frente al Eibar, que empató 1-1 en el Wanda Metropolitano con un tanto balsámico del chaval Borja Garcés en el minuto 94.
La victoria en Mónaco en Liga de Campeones evidenció algún que otro brote verde en el Atlético, que, sin embargo, seguía sin convencer con un fútbol bastante pobre. Y, en Getafe, volvió a sacar a relucir esa racanería a excepción de los primeros veinte minutos, en los que controló el juego y marcó su primer gol.
Entre Rodrigo, Koke, Saúl Ñíguez y el francés Thomas Lemar, con un inicio eléctrico, consiguieron anular a otro centro del campo del Getafe en el que volvió a jugar el togolés Djené Dakonam por la baja de última hora del serbio Nemanja Maksimovic. El defensa africano es un perro de presa cuando defiende, pero con la pelota en los pies es limitado.
Lo demostró en Sevilla, que cumplió en tareas defensivas pero no fue muy creativo a la hora de llevar la manija del juego. Y, de eso, se aprovechó el Atlético, que durante el tramo inicial del duelo manejó a su antojo al Getafe. Lo hizo sin crear muchas ocasiones, sólo dos, pero suficientes.
Además, ambas llegaron seguidas. Primero, el francés Antoine Griezmann con un intento de vaselina fallido. Y, segundo, Lemar, tras recoger el rechace de una pugna mal resuelta por Bruno con Diego Costa. El francés recogió la pelota y se marcó un zapatazo que golpeó en el larguero y después en la espalda de David Soria para acabar dentro de la portería azulona.
El Getafe, una vez más, volvía a recibir un gol del Atlético, el número 27. Una vez más, se ponía por detrás en el marcador ante su «coco» de la Liga. Y, como en anteriores choques del Coliseum, recogió el testigo rojiblanco y se encargó de poner el juego (poco) sobre el césped del Coliseum Alfonso Pérez.En casi media hora, consigui ó acercarse a la portería de Jan Oblak con un par de lanzamientos de falta de Vitorino Antunes, con un centro de Ángel Rodríguez que a punto estuvo de recoger Jorge Molina, con un remate de Damián Suárez que salvó la cabeza de su compañero Ángel y con un disparo en propia meta de Giménez que detuvo Oblak.
Así se llegó al descanso, con el Atlético por delante y con el Getafe por detrás y desesperado como siempre. Estaba sufriendo su personal «Día de la Marmota» ante el cuadro rojiblanco y que iba a continuar en la reanudación con diez minutos potables de los hombres de Simeone en los que hicieron el 0-2.
Esta vez sí, Lemar celebró con propiedad su gol después de aprovechar una buena asistencia de Koke Resurrección que llegó después de una jugada de 18 toques entre los jugadores atlético. Su tanto, dio por finiquitado el partido, y más cuando Iván Alejo, que acababa de sustituir a Amath Ndiaye, fue expulsado por una dura entrada a Saúl Ñíguez a falta de media hora para el final. El joven jugador del Getafe no duró ni cinco minutos sobre el terreno de juego. A Bordalás se le vino abajo su último plan, apostar por un jugador de banda con mucho desborde. Sin embargo, Iván Alejo entró al campo demasiado acelerado, tal vez con excesivas ganas, y dejó a su equipo con diez futbolistas.
Entonces, el choque siguió con su tendencia soporífera, con el cuadro rojiblanco aguantando el marcador sin excesos, con apenas un par de ocasiones de Diego Costa y Griezmann, y con el Getafe vencido una vez más por un rival que le tiene tomada la medida.
El Atlético cumplió sin alardes. Necesitaba ganar y ganó. Lemar puso algo de picante y se acabó. Eso fue todo. Los hombres de Simeone no juegan bien, pero, por lo menos, no perdieron puntos.