El Mallorca regresa hoy a la Copa, una competición que históricamente ha dado grandes noches. Sin embargo, de un tiempo a esta parte y concretamente los últimos cinco años ha caído siempre en primera ronda, salvo hace dos que quedó apeado en la segunda. Esos años negros se trasladaron también a la competición del KO, pero ahora la situación es diferente. Existe una corriente de positivismo que lo innunda todo, sobre todo a dos de los sectores más importantes; el vestuario y la afición y cuando esto sucede, la ilusión prevalece en cada partido, aunque sea de segunda ronda de Copa y en un horario vergonzoso (18:45 horas). El primer rival es el Real Oviedo, un histórico del fútbol español que al igual que los bermellones lleva años tratando de recuperar su espacio en la máxima categoría.
La cita, que llega con la urgencia de hacer olvidar las malas sensaciones del último partido en Liga, tendrá que servir a los carbayones para mejorar todos los aspectos tácticos en los que el Real Zaragoza les superó el pasado sábado en la cuarta jornada liguera, choque en el que los oviedistas cayeron goleados en su casa.
Mientras en el Mallorca el ténico valenciano alternará titulares y suplentes para ir repartiendo minutos, Anquela tiene también planes similares al respecto. Moreno puede dar minutos a Parera en la portería, pero está la duda de saber qué hará en el lateral derecho ya que puede mantener a Fran Gámez o improvisar una solución imaginativa al no poder echar mano todavía de Joan Sastre. Campos o Raíllo previsiblemente descansarán por lo que Russo podrá tener su espacio al igual que Faurlín y Baba en la zona ancha.
Valcare tal vez pueda resarcirse de su primera parte en Alcorcón y parece también claro que delante actuarán Alex López y Stoickhov. Aridai también puede que sea de la partida. Hay bastantes combinaciones y muchas cosas por ver todavía de este Mallorca y hoy puede ser una buena oportunidad para poder comprobar las prestaciones del fondo de armario. En la Copa hay que mantener la alegría de la Liga.