Tiene solo 22 años, el Mundial a la vuelta de la esquina y una nueva final de la Liga de Campeones ante los ojos. Este fin de semana y mientras el Mallorca coge carrerilla para volver a la burbuja de la LFP, Marco Asensio Willemsen (Calvià, 1996) intentará seguir haciendo historia sobre la cumbre del planeta fútbol. Después de una campaña tan irregular para el Madrid como prometedora a nivel personal, el mallorquín sueña con mejorar lo conseguido hace un año en Cardiff. Y aunque tiene el foco puesto en Kiev, reconoce que también estará pendiente de Anduva.
— ¿Cómo se encuentra ante lo que se le viene encima?
— Muy bien, contento. Aquí es otra vida, pero ya estoy acostumbrado a todo lo que supone esto (jugar en el Madrid) y deseando afrontar una final muy importante para nosotros. El primer año fue algo increíble, porque menos la Copa del Rey gané todo lo posible. Fue una experiencia muy bonita y tengo ganas de más. Ahora nos espera otra final en la que hemos puesto mucha ilusión.
— Este año ha confirmado su progresión con el equipo.
— Ese es mi objetivo, ir creciendo cada año poco a poco. He podido tener más minutos y mejores registros, tanto en goles como en asistencias, pero tengo que seguir trabajando. Aunque estoy muy contento por cómo me han ido las cosas personalmente.
— ¿Percibe la confianza de Zidane? A veces se le achaca que podría tener más espacio en sus planes.
— Sí, la confianza ahí está. Y cuando me la da tengo que aprovechar el momento para después poder jugar los partidos grandes, tanto de Liga como de Champions. Y este año ha sido el caso.
— Más allá de la Liga de Campeones, han tenido un curso extraño…
— Sobre todo en la Liga. No hemos sido del todo regulares, se nos escaparon algunos partidos y se puso todo muy complicado. Hemos centrado casi todas nuestras miradas en la Champions y esperamos al menos acabarlo bien, con otro título.
A nivel individual la valoro como una buena campaña. Hemos tenido momentos complicados, pero he aprendido mucho de ellos y seguro que me han hecho mejor futbolista.
— Para el Madrid es la tercera final seguida tras dos títulos. ¿Es consciente de estar haciendo historia?
— Lo de este equipo es algo histórico, desde luego. Parece que ahora no se valora mucho pero es muy complicado. Nadie lo había hecho. La idea es rematarlo.
— En su caso en particular, será complicado mejorar lo de Cardiff
— Se intentará (risas). Un partido así no se vive todos los días y sabemos que cuesta mucho llegar, por eso lo valoramos mucho.
— En la final espera otro histórico: el Liverpool. ¿Hubiera preferido a otro tipo de adversario?
— Ha sido una competición muy complicada. Especialmente las eliminatorias, contra rivales muy fuertes. El Liverpool también lo es y se merecía estar en la final. Será un duelo muy competido.
— Afortunadamente para ustedes la final no es el Bernabéu, donde Juventus y Bayern lo pusieron difícil.
— Eran rivales muy grandes y nuestra baza, o lo más positivo en este caso, es que veníamos de sacar dos resultados muy buenos como visitantes. Pero en casa sí que nos ha faltado un poco esa suerte. Lo importantes es que se pasó, porque al final una eliminatoria son dos partidos y en general merecimos estar en la final.
— En solo unas horas el Madrid puede ganar la Champions y el Mallorca volver a Segunda...
— Confiemos que sea un fin de semana redondo. Espero y deseo que tanto el Mallorca como nosotros cumplamos el objetivo.
— ¿Ha seguido el año del Mallorca?
— Siempre que puedo lo hago. Lo he visto bien. Sobre todo al principio, arrancó muy fuerte. Luego sí hubo algún pequeño bajón pero se consiguió el objetivo y ahora queda lo más importante, que es volver a Segunda. Tiene un buen equipo y está muy bien para conseguirlo.
—¿Cómo vivió el descenso?
—Ufff… complicado. Vengo de su cantera y siempre lo he visto en Primera. Y nunca te esperas que en tan poco tiempo pueda caer a Segunda B. Pero es el momento de estar juntos otra vez, ilusionarse y volver a Segunda. Y, ¿por qué no volver a pensar en Primera el año que viene?
— ¿Se fue con alguna espina?
— Me hubiera gustado subir a Primera antes de irme, es obvio. Pero en esos momentos la situación era compleja en todos los ámbitos. Lo que sí puedo decir es que lo di todo hasta el final.
— ¿Le veremos algún día de vuelta?
— Nunca se sabe. Es el club de toda mi vida, en el que he crecido, en el que me he formado. Agradezco todo lo que han hecho siempre por mí porque de lo contrario sería imposible estar donde estoy. ¿Por qué no? Soy muy joven todavía, espero que me quede una larga carrera por delante y volver a la Isla me hace especial ilusión.
— ¿Qué le dice a los mallorquinistas?
— Que apoyen como siempre lo han hecho. En los momentos buenos y sobre todo en los malos han estado ahí. Que todos seamos una piña y que podamos subir a Segunda.