El juez José de la Mata ha confirmado la prisión del ex consejero delegado del Cádiz CF Quique Pina para evitar que se fugue, destruya pruebas, mueva capitales o influya sobre imputados y testigos, y le ha vuelto a citar a declarar el próximo lunes.
El magistrado de la Audiencia que investiga a Pina por blanquear dinero derivado de traspasos de jugadores ha rechazado el recurso del exjugador, empresario y agente de futbolistas en el que pedía que se le dejara en libertad, después de su ingreso en prisión sin fianza el pasado 2 de febrero.
En un auto, el juez, que según fuentes jurídicas también ha citado para el próximo viernes 23 al administrador del Granada (equipo imputado en la causa), afirma que debe permanecer en la cárcel porque hay riesgo de que destruya pruebas, ya que «mantiene vínculos estrechos con personas y mercantiles en otros países (Uruguay, Croacia, Reino Unido, Italia).
«Y, sobre todo -añade el juez-, mantiene estrechas relaciones de colaboración con otras personas en España, muchas de las cuales han sido citadas próximamente a prestar declaración en calidad de investigadas y de testigos, siendo imprescindible evitar que pueda entrar en contacto con ellas para que destruyan las evidencias, alineen versiones o, simplemente, para presionarlas».
Además de influir en terceras personas, De la Mata considera que de quedar en libertad puede «comenzar a mover capitales, cerrar cuentas o eliminar rastros documentales».
«No se olvide que Pina ha demostrado alta experiencia en armar estructuras para ocultar su patrimonio y sus ingresos, transfiriéndolo a sociedades propiedad de su hermana y padres, y para parapetarse tras sociedades gestionadas por testaferros», dice en el auto.
Finalmente, rechaza el argumento de su defensa de que esté colaborando por haber respondido a todas las preguntas que le hicieron en sede judicial tras su detención.
Y es que, para el juez, «existen notables contradicciones entre sus afirmaciones y los documentos» del sumario del caso y también «con otros relatos de testigos e investigados sobre las mismas cuestiones, lo que contribuye a corroborar la importancia que ha tenido evitar que los involucrados en las investigaciones hubieran podido entrar en contacto para destruir evidencias».
A Pina, que se le detuvo en la ciudad murciana de Molina del Segura, se le investiga por presunto blanqueo, insolvencia punible y por delito contra la Hacienda Pública, unos delitos que para el magistrado son lo suficientemente graves como para dejarle en prisión.
En el marco de esta operación contra el blanqueo de capitales, la Policía practicó una serie de registros en diferentes clubes de fútbol asociados con el empresario y agente de futbolistas, como el Granada CF, club del que fue presidente, y del Cádiz, del que fue cesado en sus funciones de consejero delegado pocos días después de su arresto.
Del Cádiz, la Policía registró las oficinas del estadio Ramón de Carranza y también las instalaciones de su ciudad deportiva. Tras no triunfar en el césped como jugador, Pina alcanzó la fama fuera de los terrenos de juego; primero como mediador y pieza clave en la llegada de importantes futbolistas a España, como Riquelme, Anelka, Saviola o Vieri, y después al frente de clubes como el Ciudad de Murcia, el Granada y el Cádiz.
Fue propietario del Club de Fútbol Ciudad de Murcia, con el que ascendió a Segunda División, fue presidente del Granada C.F. y en 2011 asumió la dirección deportiva del Cádiz, club del que actualmente es consejero delegado. Además, también es accionista del Lorca Deportiva C.F., club de Segunda División B.