Quizá es de lo último por ver en un partido de fútbol. Ocurrió en el Tardienta-Alcolea en la Regional Preferente de Aragón el pasado fin de semana. Un jugador local vio una tarjeta amarilla por salirse del terreno de juego para hablar con el móvil, tal y como publica el Heraldo.
Se da la circunstancia de que el futbolista amonestado vio una segunda amarilla al final del partido y fue expulsado. El club recurrió la amarilla mostrada por hablar con el móvil y finalmente se la retiraron.
La reclamación del Tardienta sostenía que llamada recibida por su futbolista era por un asunto laboral al encontrarse el jugador de guardia en su trabajo. El comité entendió que no tiene nada que ver con el desarrollo del juego y que era una situación totalmente excepcional.