El Espanyol ha vuelto a reclutar a Sergi Darder... por segunda vez. La primera ocasión en la que el conjunto catalán fichó al centrocampista de Artà fue en julio de 2007 cuando con solo 13 años pasó a engrosar el equipo cadete. Con el paso de los años el futbolista fue escalando categorías y siendo internacional en las selecciones inferiores. Su fútbol le llevó al primer equipo, por entonces entrenado por Pochettino, pero en esos momentos el técnico argentino le negaba minutos y en 2012 se marchó a Málaga para jugar en el filial. Sin embargo, pronto pasaría a ser un referente en el primer equipo de la mano de Bernd Schuster.
Su marcha del Espanyol cuando apenas tenía 18 años enfureció a la masa social, que veía en Darder a un jugador de peso para dirigir la sala de máquinas a corto plazo. Su talento y su fútbol lo disfrutarían en Málaga. Tras varios años en La Rosaleda, fue el Olympique de Lyon quien apostó por él en 2015 y ahí jugó hasta esta misma semana, cuando el Espanyol confirmó de nuevo la apuesta por él y le recuperó ahora sí, para dirigir el timón del primer equipo en la zona de creación.
De pequeño Sergi despuntaba por su talento innato, sin duda heredado de su padre, Kike Darder, actual técnico del Serverense y que ya en su época de jugador era un futbolista de toque preciso y visión única. Su hijo mejoró a su progenitor y cuando con 13 años decidió dejar Artà para iniciar su singladura casi profesional, lo hizo con el sueño y la idea de debutar en Primera vistiendo los colores blanquiazules. En esa primera etapa no pudo ser, pero sí podrá ejecutar ahora su sueño, con 23 años y con experiencia y recorrido.
El mallorquín llega a club catalán en calidad de cedido y hay fijada una opción de compra de ocho millones de euros, que el Espanyol podrá ejecutar a final de temporada. «Tenía muchas ganas de volver. Lo veía posible, pero también difícil cuando empecé de titular, pero al final visto el interés y las ganas, se hizo un esfuerzo», dijo el ‘artanenc' en su presentación.
Su agente, también natural de Artà, Miquel Bosch, ha sido clave para que el joven futbolista pueda ver cumplido finalmente el sueño de regresar a la Liga española y hacerlo además en un club donde siempre ha sido querido y valorado, tanto por los directivos como por la afición.
El futbolista volverá por lo tanto a la mejor liga del mundo, tendrá minutos para desplegar su fútbol y es consciente de que una buena temporada puede llevarle a la selección española. Julen Lopetegui siempre ha confiado en él en las categorías inferiores y ahora de nuevo le tendrá en el punto de mira. Estará aquí cerca, en reluciente estadio de Cornellà-El Prat.